LA BANALIDAD DEL MAL
CALIFICACIÓN:
CALIFICACIÓN:
Qué más puedo yo decir de este film de Margarete Von Trotta que me
pareció extraordinario?
Para quienes no conocen a Hanna
Arendt, puedo contarles que fue una mujer alemana de origen judío que emigró en
pleno auge del nacional socialismo de Alemania a Francia en los años ´30. Y
cuando los nazis ocuparon Francia durante la 2da Guerra Mundial en los ´40,
Hanna volvió a emigrar hacia los Estados Unidos, donde vivió hasta los ´70 en
el final de sus días. Hanna fue una gran pensadora del siglo XX. Algunos se
niegan a llamarla filósofa, pero fue discípula (y amante) del filosofo Martín
Heidegger quien la inició en el racionalismo, y hacia 1928 se graduó en
filosofía política en la universidad alemana de Heidelberg. Luego, en su
exilio, enseñaría en el Brooklyn College, cerca de Nueva York, en USA. Su obra
cumbre es "El Origen del Totalitarismo", una obra de consulta
permanente en el estudio de las ciencias políticas.
Margarete Von Trotta, la
directora de este soberbio film, es una cineasta de la generación del ´70.
Contemporánea a Warner Rainer Fassbinder, Win Wenders y Werner Herzog, se
distinguió por llevar a la pantalla la vida o retazos de vidas de grandes
mujeres. Así fue que dirigió, entre otras, la estupenda "Rosa
Luxemburgo" y "Las Hermanas Alemanas". Una serie de mujeres
interesadas por el mundo de las ideas con fuertes personalidades capaces de
llevar a cabo aquello que piensan.
En "Hanna Arendt" no
realiza una obra biográfica, sino que toma un episodio de esa vida y lo
dramatiza en función de la ideología política de la Arendt. El episodio es el
secuestro y posterior enjuiciamiento del criminal de guerra nazi Adolf Eichmann
en Jerusalén en 1963. Hanna acude a dicho juicio en carácter de periodista del
diario americano New Yorker. El fruto de su trabajo será una artículo
controversial y tremendamente significativo que se denomina "Eichmann en Jerusalén:
Un estudio sobre la banalidad del mal". La película es simplemente la
crónica de ese período, los días previos al viaje, las despedidas, su llegada a
Jerusalén, el encuentro con viejos amigos sionistas, la crónica del juicio a
través de registros fílmicos de archivos, su regreso a Nueva York, las
vicisitudes de la escritura del articulo y su posterior repercusión. Pero lo
notable del relato, y eje de la narración, es la es la descripción de la
dimensión de la bataola negativa que levanta su artículo, el mal entendimiento
del mismo, las acusaciones que recibe, el desprecio de la comunidad judía, las
presiones de trabajo y finalmente, y sobre todo, la costosa soledad que provoca
la fidelidad a un pensamiento y a una razón contraria al sentimiento popular.
La película termina transformándose en un gran monumento a la libertad de
expresión.
Obra de madurez de Von Trotta,
"Hanna Arendt" (la película), se alza como un faro en medio de tanta
mediocridad que se ve en estos días. No solo por señalar un camino fílmico sino
por rescatar la discusión de las ideas de Arendt, que tal vez sin ninguna
intención por parte de Von Trotta, son de tremenda actualidad en Argentina. La
banalidad del mal no hace otra cosa que argumentar sobre el rol de las
responsabilidades en los crímenes de lesa humanidad. Más actual, más vigente,
imposible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario