lunes, 28 de diciembre de 2015

MIS 12 MEJORES PELICULAS DEL AÑO 2015


01 - SUEÑO DE INVIERNO de Nuri Bilge Ceylan - Turquia
02 - BIRDMAN de Alejandro González Iñarritu - USA
03 - CLOUDS OF SILS MARIA de Oliver Assayas - Francia
04 - AMERICAN SNIPER  de Clint Eastwood - USA
05 - LEVIATHAN de Andréi Zviáguintsev - Rusia
06 - GETT-EL DIVORCIO DE VIVIANE AMSALEM de Ronit y Schlomi Elkabetz - Israel
07 - TRES RECUERDOS DE MI JUVENTUD de Anranud Desplechin - Francia
08 - EL CLAN  de Pablo Trapero - Argentina
09 - MIA MADRE de Nanni Moretti - Italia
10 - SHE´S FUNNUY THAT WAY de Peter Bogadanovich - USA
11 - TAXI de Jafar Panahi - Irán
12 - PHOENIX de Christian Petzoldt - Alemania

domingo, 20 de diciembre de 2015

MACBETH de Justin Kurzel

"NINGÚN HOMBRE NACIDO DE MUJER PODRÁ VENCER A MACBETH" Las Tres Brujas



William Shakespeare escribió la tragedia de  "Macbeth" en 1606. Es una de sus obras más famosas y con más puestas y representaciones en la historia del teatro.  Su tema es la ambición y la traición. Está basada en la vida de un personaje histórico: Macbeth, rey de los escoceses entre 1040 y 1057. La obra comienza cuando el Rey Duncan,  con la ayuda de Macbeth,  vence y echa a los irlandeses y escandinavos, que habían invadido las tierras altas de Escocia. De regreso de la batalla, Macbeth, acompañado de su fiel compañero Banquo, se encuentran en el camino con Tres Brujas, quienes los saludan llamándolo primero Thane of Glamis, y después Thane of Cawdor, y a Banquo le profetizan que sus hijos serán reyes. Dichas profecías intrigan a Macbeth, quien se las cuenta a su mujer, la cual incitará a su marido a desafiar las profecías anunciadas por las brujas del camino y transformarse en nuevo rey.

He visto un par de veces la obra en el teatro y ahora la vuelvo a ver en el cine. Más allá de las diferencias formales entre cine y teatro, Shakespeare siempre es Shakespeare. La fuerza dramática de sus textos, la universalidad de sus temas, la cadencia de sus palabras, hacen que uno vea una y otra vez cada obra, y pueda comprobar que no solo resisten el tiempo que pasa sino también que cada una de ellas sigue manteniendo su interés y vigencia. Ello es porque son obras de valor universal. Reflejan al hombre con sus virtudes y defectos. Por esa misma razón poco importa la forma, los cambios de escenario, el cine por el teatro, los diferentes directores y/o actores que participan. Todos agregan algo, su propia visión de la obra. Las diferentes interpretaciones, lejos de traicionar el espíritu shakesperiano, hacen a la vigencia del gran dramaturgo y comediante inglés para que cada obra permanezca  en el tiempo y cada vuelta de tuerca sobre ellas nos haga mantener el interés intacto para verlas con el mismo entusiasmo de siempre.

Hasta aquí, las versiones que previamente había visto, siempre hacían hincapié en el tema de la ambición desmedida de poder, colocando a Lady Macbeth como la artífice de esa ambición y como una gran manipuladora de su marido, ocupando el papel preponderante de la trama. En esta nueva versión cinematográfica, el australiano Justin Kurzel enfoca su atención en la traición. Ese cambio de punto de vista es fundamental en el desarrollo que hace de la trama. Macbeth  será el protagonista absoluto de la tragedia. Se volverá un cruel asesino que matará al Rey Duncan, se convertirá en Rey y vivirá atormentado por el resto de su vida, no por el sentimiento de culpa sino por las mismas profecías de las brujas que indirectamente han anunciado que él, Macbeth, no será el rey. No obstante lo es, por lo cual, solo gobierna para espantar a sus propios fantasmas,  lo cual lo convierten no solo en un ser vulnerable que acentúa su crueldad. Es allí donde aparece el brutal asesino que perseguirá a los hijos de Banquo hasta eliminarlos solo por el temor que se cumplan las profecías, al mismo tiempo que repite que ningún hombre nacido de mujer será capaz de vencerlo, entrando en una especie de delirio que lo conducirá a la locura. Es asi como "Macbeth", la película, se vuelve una especie de thriller policial que transcurre en las desoladas alturas de los highlands escoceses, un thriller extremadamente cruel y estéticamente bello.

Kurzel, con solo un largo en su haber (Snowtown, 2011), es un esteticista que no pone freno a su imaginación. Llena el film de brumas, amaneceres y atardeceres gobernados por los vientos, las lluvias y las nieves logrando un film de una gran factura artística, convirtiendo a Macbeth en un fantasma de si mismo consumido por el ansia de poder que vaga por lo highlands.  Asi mismo, la actuación del alemán Michael Fassbender es notable, no digo que consagratoria porque ya tiene en su haber un par de actuaciones memorables como la de "Shame" del inglés Steve Mc Queen y "Un Método Peligroso" de David Cronemberg. También es muy buena la actuación de Marión Cotillard, la actriz francesa que ganó el Oscar por Piaff, en el rol de Lady Macbeth.


No obstante lo dicho, el Macbeth de Kurzel parece algo excesivo. Como si tanta técnica, tanto esteticismo, tanta pintura, tanta bruma y tanta niebla, oscurecieran el film más allá de lo preciso en una obra que de por si habla del lado oscuro del poder y de la corrupción del individuo. Es como si el film se volviera más frio que lo propios highlands y las pasiones se alejaran, mientras el Rey enloquece y encuentra su muerte en manos de un hombre nacido de mujer, haciendo caso omiso a toda profecía.

viernes, 18 de diciembre de 2015

GETT. EL DIVORCIO DE VIVIANE AMSALEM de Ronit y Shlomi Elkabetz

RELIGIÓN, LEY Y LIBERTAD


Estupenda coproducción entre Israel, Francia y Alemania que recrea con lujo de detalles el minucioso proceso de un divorcio religioso. Viviane y Elisha Amsalem son un matrimonio que llevan 3 años separados. Viviane ha abandonado su casa y ha decidido ir a vivir con su hermana. Ha comenzado los trámites de divorcio ante el rabinato de su jurisdicción y son llamados, junto a su marido y abogados religiosos, para explicar la causas por las cuales quieren romper el contrato matrimonial.

La película se concentra en esas 4 paredes a través de una sucesión de sesiones que llevan aproximadamente 3 años de sus vidas. Son llamados a audiencia una vez cada 2 o 3 meses. La duración de la audiencia es variable. Puede durar minutos como un par de horas. El problema es radical: Viviane quiere el divorcio pero no así Elisha. Ya llevan separados dos años y todo indica que ese matrimonio en la realidad se ha roto. No obstante, la posición de Elisha es monolítica. Su no es rotundo. Cada sesión es una vuelta de tuerca sobretodo los aspectos que ha transitado la pareja durante su matrimonio y ahora, en su separación. Tanto a los rabinos, como a los mismo testigos, les cuesta entender tanto la separación de Viviane como la rotunda negación de Elisha a otorgar el divorcio.

 El film se inscribe en una línea cruda, testimonial, lejos de todo artificio. La puesta es ascética, transcurre toda entre las 4 paredes del tribunal. Lo mismo se puede decir del elenco. No hay actuaciones descollantes sino una homegeidad actoral al servicio de una puesta en escena que tiene una precisión de relojería que ni por un instante busca aire. Todo es una situación de encierro, ese mismo encierro del cual no pueden salir los participantes. Ese encierro no es otro que el que siente la protagonista principal, pero tampoco es muy distinto al encierro que representa la posición de su marido ni la de los miembros del Tribunal. La posición de Elisha es clara. Para él su matrimonio es una posesión, una propiedad.  

Gett, palabra hebrea que significa divorcio, expresa una división, incluso una salida. Pero tanto los miembros de la pareja, como los propios miembros del Tribunal, parece vivir asfixiados por las tradiciones y las leyes religiosas. Todos viven sometidos y son incapaces de transgredir o desviarse de lo prescrito por la ley para llegar a la solución del conflicto. En Gett no existe negociación. Ni siquiera los testigos, si bien imparciales, se alejan de las leyes y tradiciones religiosas. Sus declaraciones y testimonios se realizan siempre en el marco de la corrección política, en este caso, la corrección religiosa.

La austeridad y la rigurosidad de la puesta en escena son factores esenciales para el éxito de esta notable película del matrimonio Elkabetz, directores y guionistas de la película, además de que Ronit Elkabetz interpreta magníficamente el rol de Viviane. Su film no muestra fisuras, es despojado de todo elemento que pudiera distraer y se concentra en el drama humano emergente de la profesión de fuertes principios de vida, aquellos capaces de colisionar con nuestros derechos elementales como el de la libertad. "Gett" es una cruel paradoja donde el destino de los hombres esta signado por una creencia, por una religión cuya práctica y respeto normativo coarta el derecho más elemental de la vida moderna, o sea, la libertad del individuo a elegir libremente el destino de su vida.

"Gett" es una de esas películas que, lamentablemente cada vez más infrecuentes, tienen la capacidad de cuestionar y hacernos pensar. Es imposible salir del cine y no dejar de pensar en lo que uno acaba de ver. Es un film provocativo desde lo humano porque cuestiona, con profundo respeto y honestidad, una creencia religiosa. Nos pregunta sin preguntar, hasta donde debemos condicionar, hasta qué punto debemos llegar con nuestras creencias sin sacrificar nuestra libertad. Y tal vez vaya, incluso, más allá. Hasta que punto podemos agredir a los demás, hacer daño a los demás en función de nuestra creencia.

Nos hace reflexionar también sobre la necesidad de actualizar las leyes que nos rigen. Revisar tanto nuestros derechos como nuestras obligaciones. Debemos pensar que vivimos en un mundo dinámico, cambiante. Esa dinámica modifica nuestros hábitos y costumbres. Y eso crea la necesidad de actualizar nuestras instituciones. Es un tema delicado. La película no hace más que reflejar una realidad. Somos nosotros, los hombres, quienes no debemos ignorar los problemas y buscar las soluciones.


Como película, "Geet. El Divorcio de Viviane Anselet" puede tornarse algo larga y reiterativa. Dura casi 2 horas. Pero no hace más que reflejar la realidad de lo que está tratando, ello es un largo y complejo proceso judicial. Un proceso que encierra y asfixia a sus participantes. El film es fiel a si mismo, y con ello busca que el espectador sienta y se identifique con esa pesadilla en forma de proceso que ignora la necesidad humana frente a la prevalencia de una ley. Su mayor virtud es que yendo de lo particular a lo general, se transforma en una gran canto a favor de la libertad del individuo.

jueves, 17 de diciembre de 2015

MI FAMILIA ITALIANA (LATIN LOVER) de Cristina Comencini

REGRESO A LA COMEDIA "ALLA ITALIANA"


Cristina Comencini es una directora y escritora italiana que es hija de Luigi Comencini, el gran director de "Pan, Amor y Fantasia" que en los años 50 dió lugar a un tipo particular de comedias, muy descriptivas de las vicisitudes vividas en la Italia de posguerra, encasilladas en lo genérico en un cruce cercano entre la tragedia de los que se vivía y ese espíritu vivaz y la forma siempre risueña que caracterizó al pueblo italiana, que dió en llamarse tragicomedia o la "comedia alla italiana".

Cristina tiene en su haber una filmografía interesante, de la que destaca  una película de 2002 que se llamó "El Más Bello Día de MI vida", en la cual la directora analiza las torpezas del amor y el peso de los compromisos que amenazan la estabilidad de una familia romana. Más tarde, realizó, con menos fortuna, "La Bestia en el Corazón" (2005) y "Cuando la Noche" (2011).

"Latin Lover" es un abierto homenaje al cine de su padre, genera una película amena, entretenida, por momentos brillante, donde no solo manifiesta su amor por el cine de su padre, sino también,  y por todo aquel cine italiano relizado a partir de mediados de los ´50, los ´60 y principios de los ´70. Es una clara evocación a un "star system"  italiano que se consolido a partir de "La Dolce Vita" alcanzando éxito a nivel mundial. Es también un homenaje, sin nombrarlo, a todas las grandes estrellas que se consagraron en aquellos años. Ese cine no hubiera sido el mismo sin la participación de Marcello Mastroianni, Vitttorio Gassman, de Alberto Sordi, de Nino Manfredi, Totó, Ugo Tognazzi, Sofía Loren, Virna Lisi, Claudia Cardinali, y tantos otros, en películas inolvidables como "Hablemos de Mujeres", "Los Desconocidos de siempre", "Los Monstruos", "Casanova 70", "Divorcio a la Italiana", "Señoras y Señores", y muchas otras más.


Comedia de enredos, con algo de vodevil francés, y sobre todo, con una gran vuelta de suspenso, logra mantener la atención en forma permanente. Esa una película amable, simpática, que se soporta en un grupo de grandes actrices lideradas por la recientemente fallecida, Virna Lisi, la española Marisa Paredes y la siempre interesante Valeria Bruno Tedeschi. 

martes, 15 de diciembre de 2015

TRES RECUERDOS DE MI JUVENTUD de Arnaud Desplechin



EL PASADO QUE CONDICIONA

Descubrí  a Arnaud Desplechin una noche un video que había alquilado en Blockbuster. La película se llamaba "Reyes y Reinas", corría el año 2005, y el film se había estrenado en Buenos Aires en los circuitos de cine arte y yo por alguna razón que no recuerdo, no la había podido ver en los cines. Trataba de una mujer, una ejecutiva muy ocupada en Paris, a punto de volver a casarse, que viajaba a un pueblo francés, donde estaba muy enfermo su padre. El film recreaba esa relación padre -hija a la vez que describía la tortuosa relación de ella con su ex marido, un músico con problemas psiquiátricos a quien pretendía dejarle el cuidado de su hijo cuando se fuera de luna de miel con su nuevo marido. Lo interesante del film era que la protagonista, Emmanuel le Devos, encargándose del padre en el momento preciso, no solo descubría a un ser humano al que desconocía, sino que también limpiaba culpas del pasado y quedaba libre de remordimientos.

Años más tarde,  vuelvo a encontrarme con Desplechin en el BAFICI 2009. "Un Cuento de Noé" venía precedida de elogios luego de participar del Festival de Cannes. Desplechin también vuelve aquí a las relaciones familiares. Catherine Deneuve es la madre de una familia numerosa que durante la Navidad anuncia que deberá ser trasplantada de un riñón. Su hijo díscolo, otra vez el genial Mathiue Amalric, es el único compatible. El conflicto, es que está apartado de su madre, se mantiene a distancia y la operación conlleva un riesgo importante. Nos preguntamos, tendrá Henry la generosidad necesaria para  ese acto de amor supremo que es la donación en vida de un órgano vital?
Tanto en una película como en la otra, el pasado siempre vuelve y condiciona a los protagonistas. Anoche, tuve la oportunidad de ver "Tres Recuerdos de mi Juventud" que, afortunadamente, se estrenó en Buenos Aires. "Tres Recuerdos…" es el nuevo film del director francés y es otro gran film.

En esta ultima el protagonista es Paul Dedalus (Mathieu Amalric), que cuando comienza la película está en los prolegómenos del amor cuando su amante le dice algo que lo retrotrae a sus recuerdos, a su madre, a un viaje a Minsk y sobre todo, a Esther, su eterno amor de juventud. Y en consecuencia, Desplechin ya no solo inicia un viaje hacia el pasado de Paul, sino que comienza a jugar con las deformaciones que la memoria hace de ese pasado condicionando el presente. La precoz muerte de su madre siendo él mismo todavía un niño, lo sitúa en un nivel de orfandad tal que lo conduce a perpetuar esa orfandad. Rechaza estar en su casa, busca el afecto de una Tía-Abuela, crece alejado de su hogar, y ya adolescente y en plena guerra fría, acepta hacer un misterioso viaje a Minsk (Bielorrusia) para llevar un sobre con dinero para ayudar a un perseguido judío a emigrar a Israel. Lo notable del caso es que además, le facilita al muchacho judío su propio pasaporte. Esta acción puede verse de diferente maneras. Es sin duda un acto de generosidad, de altruismo. Es una ayuda a alguien desesperado. Pero es también como un desprendimiento de identidad. En realidad, Paul crea su propio doble. Y ese doblez no es otra cosa que una  creación involuntaria de la memoria para crear recuerdos a conveniencia. Paul. a partir de ese acto, tendrá una doble vida. Una, que lo dejará atado al pasado y otra, que lo transformará en un ser itinerante que carecerá de tiempo y lugar.

Más tarde, al final de su adolescencia, conocerá a Esther. Este vínculo será definitorio en su vida. Nunca llegará a nada con ella, pero Esther será de alguna forma, la representación de todas las mujeres que pasaron por su vida. Es una mujer monolítica. La cuida, la ama, la cela, la extraña, le perdona infidelidades pero nunca se casa con ella y mucho menos, la olvida. Es como si generara un ser omnipresente asociado a una coexistencia, una vida que transcurre, se ancla en el pasado, se recuerda a conveniencia, y condiciona el presente sin dejar resolver una vida. Paul vive una especie de vida sin presente, una estancia en un pasado permanente. No casualmente, Paul es un lingüista que estudia idiomas extraños, tal vez, algunos de ello, en desuso. Su comunicación con los demás, es como si fuera en una lengua extraña, un idioma extranjero. No casualmente, desde que se va a estudiar a Paris, los viajes a su pueblo se hacen cada vez menos frecuentes. Una relación de tipo epistolar se establece entre los amantes. Otra vez más, su relación con Esther se mediatiza. Cada vez más lejos del contacto personal, son las cartas las que limitan el contacto. Y otra vez el relato y no la realidad es la que priva entre ellos.

En "Magnolia", Paul Thomas Anderson reiteraba que "el pasado siempre vuelve".  En "Tres Recuerdos…", Desplechin parece decirnos que "El pasado vuelve de acuerdo a como lo recordamos".  Y ese recuerdo no parece ser un recuerdo fiel al suceso original. Esto me lleva a recordar al Doctor Manes, quien dice que cuanto más contamos un episodio ocurrido en el pasado, más deformamos el recuerdo del mismo dado que al contarlo le agregamos elementos que lo agrandan, lo humorizan, o lo vuelven heroico o trágico. O sea, el episodio histórico cambia de ser un suceso real a formar parte de un relato.


Y esa es exactamente la esencia de este notable film de Arnaud Desplechin. La historia de un hombre que no puede ni quiere olvidar ni su niñez ni su juventud y en consecuencia vive a media máquina, preso del pasado y sin resolver su presente. Es como un hombre incompleto. Alguien que no ha dejado de ser niño ni adolescente. Y acaso, nosotros mismo, no caeremos en lo mismo cuando afirmamos  que "todo pasado fue mejor"?

miércoles, 25 de noviembre de 2015

SUITE FRANCESA de Saul Dibb


ERRANTE Y DESAFINADA

Basada en un manuscrito incompleto de Irene Nemirovsky (solo hay 2 de 5 posibles partes) encontrados después de la muerte de su autora,   esta novel a se transformó en Best Seller y recibió el premio Renaudot hace 10 años. Narra las vicisitudes vividas en 1940 por un pueblo de Francia cercano a París cuando llegan las fuerzas de ocupación nazi y someten a sus habitantes a su yugo invasor. Ahora, con producción anglo americana, esta novel a llega al cine dirigida por el director inglés Saul Dibb ("La Duquesa", 2008; "Bullet Boy", 2004),  junto a Matt Charman como coguionista.

La película no parece poder alcanzar la altura del manuscrito en que se basa.  Apoyada en el melodrama como género, no alcanza a encontrar nunca la hondura existencial  a la que esos personajes son sometidos. La película me resultó fría, demasiado preocupada por la estética  y descuidada en el dibujo de su personajes, la mayoría de ellos retratados con cierta  chatura que les quita dimensión humana frente a la tragedia que están viviendo. Y ello es asi, porque dichos personajes no dejan de parecer estereotipos pese a ser interpretados por buenos actores que aquí no llegan a destacarse. Personalmente, no creo que el melodrama le siente al cine anglosajón, al que habitualmente le cuesta expresar pasiones desenfrenadas. Acá el camino era el film intimista, pero Dibb se entusiasma y trata de emular a películas tales como "Dr. Zhivago", de David Lean (en su espectacularidad) ó "Girasoles de Rusia", de Vittorio de Sica (en su profundidad dramática),   y termia  descarrilando.

Michelle Williams, la excelente actriz de "Mi Semana con Marilyn"  y "Blue Valentine" es, tal vez,  la que más destaca en el  elenco. Su Lucielle Angelliere es una mujer joven y  tímida cuyo marido ha marchado a la guerra, y vive sometida por su suegra (Kristin Scott Thomas, "El Paciente Inglés"), una mujer rica y materialista que lo único que parece importarle es la cobranza de sus rentas a los pobres inquilinos de sus tierras. A esa casa enorme y fría donde viven ambas, llega a instalarse el Teniente Bruno von Falk, correctamente interpretado por Mathias Schoenaerts . Lucielle y Bruno sólo comparten dos cosas: soledad y pasión por la música, y ello llevará a Lucielle a transformarse, primero  en la amante del nazi y después en una decidida resistente.

Película fría, indecisa entre contar las pasiones enfermizas que anidan en ese pueblo o dedicarse a narrar la pasión individual desatada entre la abandonada mujer francesa y el oficial alemán, acierta en algunas escenas y falla en otras. La descripción del sistema rígido de clases sociales que impera en la comarca, la corrupción por envidia y la delación como venganza muestra un nivel de corrupción que no solo alcanza lo económico sino también las almas humanas. No obstante, las pasiones que anidan en los personajes nunca terminan de desatarse. Es como si Dibb no se decidiera entre contar  la gran épica que encierra el libro o hacer un film más simple e intimista basado en ese amor imposible que tiene algo del síndrome de Copenhague.

Por otra parte, los cambios de conducta de los personajes son demasiado bruscos. Madame Angelliere pasa de la pura avaricia del cobro de los alquileres de su marido a ser una mujer sensata que ayuda a esconder en un placard de su casa a su inquilino resistente. Lucielle pasa de ser una mujer dominada a una heroína que tratará de salvar a un resistente de su pueblo. En el oficial nazi también conviven el frio soldado alemán y un hombre culto y refinado. Todos estos cambios suceden abruptamente, como si las situaciones vividas no solo sorprendiera a sus actores sino también los cambiara irremediablemente. Sin lugar a dudas, de los tres personajes principales, el soldado es el  más equilibrado.


"Suite Francesa" está lejos de ser la película que sugiere la música de su título. Por el contrario, está dominada por el desasosiego, un cúmulo de sentimientos encontrados cuyos destinos son inciertos como el mismo fin de la guerra. Queda en deuda consigo misma. Podría haber sido una gran película, un gran fresco sobre la guerra y la condición humana. Es tan solo una película entretenida (de por si un gran mérito) pero cuyos personajes pierden carnadura humana a medida que el film avanza. Una pena. Tenía todo para ser una gran film.

sábado, 21 de noviembre de 2015

TERMINATOR GENESIS de Alan Taylor


VIEJO PERO NO OBSOLETO

Más allá del negocio de alargar el éxito de películas de súper acción muy taquilleras, el cine tiene la capacidad de expresar cada momento que el mundo atraviesa, y lo expresa de diferentes maneras y con diferentes sucesos.  No hay duda que el cine, y en particular el cine americano, también abarca una visión de una enorme bastedad que ha ido desde la propaganda de un modelo de vida a la crítica más acida y profunda de su propia sociedad y sus gobiernos.

Cientos de películas exaltaron "el american way of life",  publicitando la época de la abundancia y de la prosperidad  mostrando una y otra vez  los iconos de dicha prosperidad:  teléfonos blancos, tirar el conito de helado al cesto, tomar un taxi por tres cuadras, y muchos más. Los americanos no temen hablar de su historia, ni tampoco de lo que les está pasando. El cine americano no elude el bulto, le va de frente. Y así surgieron tanto las comedias rosas que representan al modelo, desde aquella más lejanas de Katherine Hepburn hasta las más actuales de Julia Roberts, tanto como películas sumamente críticas de la realidad. Filmes como Nido de Ratas, El Graduado, Todos los Hombres el Presidente, Apocalipsis Now, Buenos Noche, Buena Suerte, y la más reciente El Francotirador hablan muy libremente de los problemas sociales y políticos de una sociedad que vive y lidera los cambios en el mundo.

Cada época ha tenido sus exponentes sus agentes de propaganda, sus pronosticadores y sus alertas de un peligro inminente. En los años ´60, las películas de espionaje, han referido, informado y creado opinión sobre la guerra fría y sobre la fragilidad de los valores de la libertad. Películas de espías como James Bond, El Agente de Cipol, el Agente Harry Palmer, la serie de Misión Imposible se han inspirado en dichos eventos y de alguna manera los han retratado. El cine de los ´80 comienza a mostrar la crisis de la sociedad pos industrial y la desocupación comienza a ser tema de los films como aquella comedia inglesa de los strippers ingleses (The Full Monty). En los 90, tras la caída del muro de Berlín, el cine muestra un a libertad inusitada. Hay un cambio generacional muy grande, un tremendo desenfado, en la comedia se impone lo chabacano (el cine de los Hermanos Farrelly, Sex and the City, etc.) especialmente en la comedia americana. Y  después del 11 de setiembre de 2001 la obsesión del cine americano ha sido contribuir a crear consciencia sobre el problema de sociedades armadas y del terrorismo en general. Y sobre todo, la  instalación de la sospecha de traición Esos temas aparecen en series como 24, Homeland, la película israelí Belén, la estupenda "Zero Dark Thirty", Fahrenheit 911. El cine se recicla. Ahora es el momento de la amenaza cibernética sobre los sistema de seguridad y la traición. Terminator Génesis, une ambos elementos. 

Es difícil comentar este producto que se recicla a sí mismo. La serie parecía terminada. La carrera politica del gobernador de California, el Sr. Schwarzenegger, parecía haberle puesto un punto final a su carrera de actor. Pero finalizado a su mandato, Schwarzenegger ha vuelto a las pantallas, y parece que lo ha convencido a John Cameron que valía la pena resucitar al androide, dado que, con mucho humor,  se considera a sí mismo "viejo pero no obsoleto". Obviamente, el film es una película más de la serie y Arnold continua siendo el héroe de súper acción de siempre. Asi que los guionistas se la han ingeniado para buscarle una nueva vuelta de tuerca que genere algún interés y enganché al espectador.

En lo que a mí respecta, siempre encontré fascinante al Terminator.  La idea de que se trata de un androide que viaja en el tiempo para asegurar la vida de alguien que será un líder del futuro me resulta interesante y se emparenta con algunos momentos felices de mi niñez y adolescencia cuando leía  La Máquina del Tiempo de D.H. Wells, o veía en la tv la serie de "El Túnel del Tiempo", o más tarde, la serie de films de Robert Zemekis "Back To The Future". Además, lleva  implícita la idea de un mundo híper tecnologizado manejado por androides, cuyos antecedentes ya estaban R2-D2  y C3PO en La Guerra de las Galaxias a mediados de los ´70, aunque constituían una pareja más risueña y divertida.

 Si en la primera de la serie Cameron hacia su presentación en la pantalla, y la película seguía los patrones clásicos del cine de terror aunque presentaba uno de los primeros villanos indestructibles, es en la segunda entrega cuando la serie comienza a alcanzar dimensión de clásico, con una diversidad de efectos especiales de ultisima generación que hacían entusiasmar a los amantes del cine de súper acción, a la par que Cameron comenzaba a mostrarse que estaba para cosas mayores. Es cierto también que la tercera entrega de la serie pasó sin pena ni gloria, y esta cuarta entrega tiene muy poco para el festejo. No obstante ello, la película es digna.

Dirigida por Michael Taylor, proveniente de la televisión y con muchas series y telefilms en su haber, encuentra su mayor obstáculo en las complejidades narrativas que el guión presenta . La película no es lineal. Se desarrolla en el futuro, que ya es hoy, y la acción va y vuelve hacia el pasado en varias oportunidades, y en tiempos distintos, haciendo complejo al argumento. Lo vuelve algo confuso y el director Taylor no muestra mucha capacidad para simplificarlo o aclararlo en imágenes.

El nuevo mundo que presenta esta está absolutamente dominado Skynet, una inteligencia artificial que domina  el ejercito de las maquinas, y que está por lanzar al mercado Génesis, un sistema bastante similar a la que ya tenemos en nuestra propia realidad repleta de computadores y teléfonos celulares que nos permiten estar on line durante todo el día y ser capaces de identificarnos y localizarnos con mayor precisión que el Big Brother. La cuestión es que en ese mundo de máquinas y computadoras totalmente agresivas, John Connor, otrora el héroe, líder de la resistencia  ahora a sido dominado por las maquinas , lo han transformado en una androide casi invencible, generando un cuasi tragedia griega inspirada en Medea en la que Sarah Connor termina siendo  la heroína absoluta del film seguramente con intenciones de realizar una futura entrega.


Concluyamos que Terminator Genesis no es la mejor de la serie ni pretende serlo. Pero si es un film entretenido con acción a raudales, tal vez demasiada, y que en varias ocasiones dicha acción se superpone con dramatizaciones donde prima la sospecha , otorgándole dosis adicionales de suspenso e interés, pero entorpeciendo el desarrollo de la trama. 

miércoles, 18 de noviembre de 2015

THE MARTIAN de Ridley Scott


LA RESURRECCIÓN DE MARK WATNEY

Cabe preguntarse porque ha gustado tanto esta simple película de Ridley Scott. Y la respuesta es muy sencilla. Simplemente porque es una película positiva, a tal punto que, y salvando las distancias, el optimismo del protagonista tiene algo de aquellas notables caracterizaciones de Jimmy Stewart para el maestro Frank Capra en películas tales como "Qué Bello es Vivir" o "Caballero sin Espada". Y ese optimismo salta de la pantalla y alcanza al espectador.

Es que ni bien se inicia la película, un grupo de astronautas está realizando tareas de investigación en una planicie de Marte cuando se desata un feroz tormenta de polvo. La NASA da la orden de una inmediata evacuación del lugar, pero ocurre un pequeño accidente en el que la tripulación da por perdido a Mark Watney, uno de los astronautas. La misión, entonces,  inicia su retorno a la Tierra dejando el cuerpo inerte del astronauta en Marte. Pero pasada la tormenta, observamos que Watney está vivo, reacciona de los golpes recibido, cura sus heridas, asume que ha quedado solo, regresa a la estación marciana, ordena el lugar, y calcula que en ese estado tiene una capacidad de sobrevivencia de no más de 180 días. Watney es un científico, un especialista en ciencias botánicas, y como diría Spielberg, sabe que la vida busca a la vida. Allí comenzará la verdadera aventura. Pondrá toda su inteligencia al servicio de su supervivencia. Pero la pregunta es:  podrá sobrevivir el astronauta al aislamiento de Marte?

Nada mejor que para el papel de Mark Watney se haya elegido a un actor como Matt Damon, dotado tanto para la comedia como para el drama o el héroe de acción. En The Martian se sintetizan toda estas posibilidades en forma natural para encarnar al héroe. Más allá del buen guión, mucho le debe la película a la gran actuación de Damon, a su gran naturalidad para interpretar algo que de por sí parece más una pesadilla que una realidad, y que él resuelve como el gran comediante que es, bien dirigido por Scott,  en tono de comedia ligera.

Pero, claro, también está la infinita capacidad narrativa de Scott, esta vez basado en un buen guión de Drew Goddard sobre un libro de Andy Weir, que pone el resto. Watney, más que un astronauta es una pequeña computadora hecha hombre. El tipo tiene un razonamiento implacable, y un vasto conocimiento científico. Pero el guión y la habilidad de Scott, lo humanizan de tal manera que la película cobra vida a partir de la tediosa situación, y comienza a transformarse en una oda a la esperanza de vivir. Scott hace todo interesante, desde explicar los esfuerzos científico orientados a la sobrevivencia hasta pequeñas situaciones triviales como la música disco, típica de los 80, que ha dejado la comandante de la nave y que para Watney es un tedio pero es lo único que lo ata a una sensación vital fuera de la amenaza de muerte permanente por la que está pasando. Paradójicamente, odia esa música, pero ese odio lo humaniza dado que la música grabada es el único elemento que le permite expresar un sentimiento. Todo lo demás lo lleva al superhéroe, o mejor dicho, al superhombre en que se está transformando.

Transcurrida la primera mitad de la película, la esperanza comienza a crecer y la aventura se reinstala en el relato. Watney logrará contacto con la Tierra, y ahora la NASA tendrá que tomar una decisión. O abandonar a Watney en Marte condenándolo a una muerte segura, o tendrá que ir a rescatarlo en una misión cuya duración puede demandar más tiempo que el tiempo de sobrevivencia que el astronauta tiene calculado en Marte. Allí , claramente, comienza otra película.  Si la primera parte se emparenta con los héroes individuales del cine clásico americano, la segunda parte se identifica con la gesta colectiva. Una organización entera al servicio del rescate de un hombre, y la película termina apasionando.


Los hermanos Scott (Ridley y Tony, ya fallecido) conformaron una dupla de productores y realizadores con caminos diferentes. El camino de Ridley fue el cine culto, donde los mayores esfuerzos eran puestos en la cuestiones estéticas (Alíen y Blade Runner son prueba de ello). Tony, en cambio, fue un director de cine de acción. El Ansia, Romance Peligroso, Imparable son muestras de su talento.  Sus películas eran, sobre todo, entretenidas. Ese cine, Tony sabía hacerlo muy bien.  En "El Marciano" Ridley parece rendirle tributo a Tony sin renunciar a su sentido estético. Marte da espacios ideales para cierto cuadros surrealistas.  Y la trama, va de menor a mayor buscando siempre el entretenimiento. Por ello, su nuevo héroe, paradójicamente se emparenta con Thelma y Louise. En ambas películas, los protagonistas  buscan un nuevo destino tratando de escapar de una situación desesperante. Por eso, el desierto rojo de Marte, la inmensidad del espacio exterior, son usadas por Ridley en función de la aventura humana que relata. Y esa aventura cobra vida a medida que avanza el relato llevando a El Marciano desde los primeros cuestionamiento metafísicos de "2001" hacia la aventura de "Perdidos en el Espacio" o la más reciente "Gravedad".

sábado, 7 de noviembre de 2015

SPECTRE de Sam Mendes



RETORNO AL PASADO CUESTIONANDO AL FUTURO

San Mendes es un fundamentalmente un director teatral formado en Cambridge, tocado tempranamente por el éxito que lo llevó a dirigir a Judi Dench y más tarde a formar parte de la Royal Shakespeare Company. Años más tarde, tuvo la oportunidad de devenir en cineasta cuando en 1999 dirigió en Hollywood  "Belleza Americana", alzándose con los premios Oscar más importantes de ese año, y transformándose en niño mimado del cine americano. Más tarde dirigió a Tom Hanks en "Road to Perdition, 2002", y a Leonardo Di Caprio y Kate Winslet en "Revolutionary Road, 2008", entre otras.

En 2012 accede al mundo Bond dado que los productores de la serie, Bárbara Broccoli y Michael G. Wilson lo llaman para dirigir "Skyfall", donde por segunda vez en 23 películas, el elemento dramático sería desarrollado con la misma importancia que la acción. La anterior era "Al Servicio Secreto de su Majestad", donde Bond se casa y su esposa muere a manos de la mafia italiana.

En Spectre, Mendes vuelve a la dirección y sus guionistas parten de "Skyfall" para desarrollar la nueva trama. Aquí, el meollo dramático queda encerrado en dos Mcguffins, una foto de dos niños tomados de la mano de un hombre en una montaña en Suiza que  M deja en Skyfall ,  y un extraño anillo cuyo portador , Marco Sciarra, es un criminal muerto por Bond en la escena inicial, y que parece pertenecer a un miembro de la Organización Spectre, aquella que en la primeras de Bond se quería apoderar del mundo de la mano de malvados tales como el Dr. No, Goldfinger o Ernst Stavro Blofeld.

El problema de Mendes es que el guión de la nueva película de Bond no es una simple película de acción, sino una compleja trama cruzada por dos líneas divergentes. Mendes acierta en las escenas de acción, pero no llega a desentramar las líneas divergentes. Sus antecedentes teatrales y tendencia a melodrama, lo llevan a empecinarse, y como consecuencia de ello, saca la película a flote, pero el desequilibrio entre las líneas divergentes es manifiesto.

Esas líneas cuestionan tanto el pasado como el futuro de Bond. La que se dirige al pasado y ocupa la mayor parte del relato, está orientada a establecer la extraña relación que Bond tuvo con el villano de turno, Franz Oberhauser (un correcto Christopher Waltz), devenido en principal miembro de la Organización Spectre, que esta vez ha montado una especie de "Gran Hermano" a nivel mundial capaz de espiar los movimientos de hasta el mismisimo MI6. Esta línea, nunca será esclarecida. No obstante, hace pensar que el huérfano James fue tutorado por Oberhauser padre y de allí, la vieja relación con el villano. Por otro lado, la segunda línea divergente, orientada hacia el futuro, pone en duda la función de los agentes doble cero y necesidad de la licencia para matar dado que la inteligencia artificial puede constituirse en un perfecto sustituto de los mismos con un costo de vidas humanas infinitamente inferior.

La cuestión es que ninguno de los dos conflictos planteados es suficientemente claro, ni parecen afectar personalmente al héroe como se pretende, ni tampoco dejar preocupado interesado al espectador en función de lo que está viendo.  Bond no dejará de ser Bond en la próxima película ni quedará tendido en el  diván de un psicólogo.  Tampoco el público está tomando conciencia que la posibilidad del Gran hermano ya es una realidad capaz de afectar nuestra propia seguridad y sobre todo,  intimidad.

El film puede verse como lo que es, una película de acción, pero queda deudor por ser un film demasiado  pretencioso que no satisface las líneas dramáticas que plantea. Es cierto que esas líneas se juntaran al final, pero el trayecto de las mismas está lleno de obstáculos que obligan al espectador a un esfuerzo mayúsculo para poder desentrañarlas. En "Skyfall", Mendes llevaba a buen puerto el conflicto de la orfandad de los doble ceros y lo transformaba en tragedia ante la muerte de M. Pero en "Spectre", los conflictos paralelos no se resuelven a través de las imágenes sino por medio de diálogos explicativos que se llevan por delante todos los esfuerzos cinematográficos que Mendes ha hecho para que Spectre pueda ser el gran espectáculo Bond que se propuso ofrecer.

viernes, 30 de octubre de 2015

PUENTE DE ESPIAS de Steven Spielberg


UN PUENTE FALLIDO

Spielberg es un maestro de gran espectáculo (Tiburón, Jurasic Park, Indiana Jones), tiene además, buena mano para dirigir comedias (Loca Evasión, 1941, Atrápame si Puedes), y escaso vuelo para el drama (Amistad, El color Purpura). Pensé que Puente de Espías, su película más reciente estrenada se iba a inscribir en la línea del thriller revisionista que había hecho brillar en Múnich o en Lincoln. No fue así.

Puente de Espías es difícil de encasillar en un genero. Podría tratarse de un gran drama humano,  o de una comedia absurda. Es que Spielberg nunca da con el tono del film, una superproducción absolutamente desequilibrada que nunca encuentra el rumbo narrativo. No es un drama, no es una comedia y tampoco es una película de suspenso, ni siquiera una sobre la guerra fría como lo fueron Funeral en Berlín ó El Hombre que Volvió del Frio. Hay momentos en que el propio Spielberg  parece totalmente perdido,  y lo peor es que eso ocurre ni bien ha comenzado el film. Actuada por Tom Hanks, para mí un actor extraordinario,  acá aparece ajeno a los viejos films de espías y el humor de algunas series americanas de los años 60 como El Agente de Cipol o el mismisimo Súper Agente 86. Solo falta el blanco y negro. 

 Transcurre 1960, plena Guerra Fría. La acción nos sitúa en Nueva York.  La primera escena del film es un operativo policial del FBI que trata de atrapar a un espía ruso de lo cual solo sabemos que es un hombre mayor de unos 50 años que se dedica a pintar cuadros a orillas del East River (De lejos, la mejor escena cinematográficamente hablando, de la película). La sospecha de que este hombre sea un espía ruso es tan poco probable como que en la segunda escena del film, le pidan a un abogado que trabaja para una empresa de seguros ( Tom Hanks) que lidere la defensa del presunto espía al cual se le va a hacer un juicio "trucho" simplemente para salvar la apariencias legales y ponerlo rápidamente en la cárcel. Para poder seguir con la película más allá de los 20 minuto que han transcurrido, a los guionistas se les ocurre que Tom Hanks, sintiéndose culpable de que no ha podido defender a este buen tipo, vaya a hablar con un Juez de la Corte Suprema para convencerlo que no tiene sentido aplicarle como condena la silla eléctrica por traición, sino más bien, darle una perpetua y tenerlo como posible prenda de cambio en caso que los rusos tomen algún americano prisionero. Cosa que, obviamente, va a ocurrir en la escena siguiente. Hasta aquí llevamos no más de 45 minutos y falta, mínimo, hora y media más de obviedades similares. Por lo tanto, no tiene objeto que les cuente más del argumento.


No hace falta aclarar que este nuevo film de Spielberg no me gusto. No obstante, cabe aclarar que Tom Hanks hace lo que puede, y para no dejar lugar a dudas, al final de la película, llega a su casa, saluda a su familia que se está enterando por televisión que su padre se ha transformado en un héroe de la Guerra Fría, va hacia el dormitorio, ve la cama, y se deja caer vestido en ella porque está muerto de cansancio después de todo lo que ha hecho y viajado,  y sobre todo, harto de lo que tuvo que protagonizar. Del mismo modo quedamos nosotros, los espectadores. Los demás rubros técnicos del film son buenos. Luce la fotografía de un operador habitual en el cine de Spielberg,  Janusz Kaminski. Su fotografía es tan buena que no puede ocultar los decorados. Los puentes de Berlín donde ocurren las escenas finales se ven tan ficticios como la propia historia que nos narra pese a que la misma está basada en hechos reales de la vida del abogado americano James. B. Donovan. Lamentablemente, un film fallido de Steven Spielberg.

miércoles, 28 de octubre de 2015

DOS DIAS, UNA NOCHE de Luc y Jean Pierre Dardenne





LA AMENAZA DE LA DESOCUPACIÓN

El cine de los hermanos Dardenne siempre ha puesto su mirada en la cuestión social. Su labor comenzó en el cine documental en 1978, y en 1987, realizan "Falsch" su primer film de ficción. No obstante ello, su nombre comienza a ser conocido mundialmente en 1996 con  "La Promesa".  En Argentina los conocimos tardíamente, en oportunidad del estreno de "Rosseta", su cuarta película de ficción, con la cual ganaron el Festival de Cannes de 1999. Con el premio en Cannes, se convirtieron en grandes maestros, y asiduos invitados del mismo, donde volvieron a obtener premios cada vez que se presentaron. Su cine no solo denota interés documentalista, sino que se caracteriza por una gran calidad formal y realismo. Enfocado en los problemas de la juventud actual, narran historias individuales donde sus protagonistas sufren la ilegalidad de los Inmigrantes (La Promesa, 1996; El Silencio de Lorna, 2008),  la soledad y la ruptura de los lazos familiares (Rosetta, 1999),  la  psicosis persecutoria de un carpintero que toma como empleado a un adolescente que ha dado muerte a su hijo (El Hijo, 2002); la paternidad precoz y el tráfico de niños ( El Niño, 2005), la búsqueda de amor y la necesidad de una madre sustituta (El Niño del la Bicicleta, 2011).

Ahora, y a más de un año de haber sido presentada en Cannes 2014, nos llega "Dos Días, Una Noche", una película que se mete en la precariedad de las relaciones laborales en el mundo actual. Sandra, su protagonista, es empleada de un laboratorio en las afueras de Paris. Está casada, tiene dos hijos en edad escolar, y tienen los problemas de todo matrimonio joven: la falta de dinero. Para colmo de males, la empresa donde trabaja  Sandra, debe hacer un ajuste de personal, y Sandra quedará afuera.

"Dos Días, Una Noche" es el relato de la peregrinación de Sandra durante un fin de semana para tratar de mantener su trabajo. Sandra saldrá casa por casa de sus 16 compañeros de trabajo para convencerlos que desistan de recibir un bonus a cambio que ella pueda mantener su trabajo. No hay duda que los Dardenne quieren hablar sobre la solidaridad social y laboral. El análisis de las relaciones laborales que realizan está focalizado en una situación muy particular y termina siendo una enorme critica a la responsabilidad empresaria. Es que producida una típica crisis coyuntural de la empresa, la salida buscada es un ajuste muy rebuscado. No sé si esto es habitual en Francia o si es una simple argucia argumental del guión de los Dardenne para crear una atmosfera de injusticia social y a una nueva heroína producto de esa situación absurda.  Obviamente,  triunfa  la propuesta del Bonus, por lo cual, Sandra debe quedar afuera.

El film será la historia del largo y reiterativo peregrinaje de Sandra durante todo el fin de semana, apoyada por su marido y una compañera de trabajo, tratando de convencer a los 14 compañeros restantes para que voten la propuesta de mantener el trabajo y  no aceptar el Bonus. La mirada crítica de los Dardenne se concentra en la precariedad de las relaciones laborales, las necesidades pecuniarias de la mayoría, y muestras de insensibilidad frente al problema ajeno.

Visto desde otro ángulo,  de la propuesta laboral también surge una especie de irresponsabilidad de parte de la empresa, dado que no parece tener  mucho sentido que una empresa deje en manos de los propios empleados un ajuste de esa naturaleza. En todo caso, si se debe hacer una ajuste de personal, lo más lógico debería ser hecho en función del análisis de procesos y de performances individuales, donde claramente, la empresa podría justificar un "achicamiento". Pero en este caso, la cuestión no está muy explicada, y todo parece emerger arbitrariamente de alguna demanda laboral de reconocimientos tales como un premio anual que obviamente desajusta las nominas salariales y la capacidad financiera de la empresa.

La potencia habitual de las denuncias sociales del cine de los Dardenne se pierde frente al devenir individual y reiterativo de Sandra, la nueva heroína de los hermanos belgas, interpretada estupendamente por la francesa Marion Cotillard, la misma que ganó el Oscar por su extraordinaria personificación de la Piaf en la película que lleva el mismo nombre. Cotillard nos hace sentir el sufrimiento de Sandra, un ser frágil e inestable al borde de la crisis nerviosa y el intento de suicidio, contenida de alguna manera por los vínculos familiares, que en esta película, aparecen sólidos  como nunca antes  en el cine de los Dardenne.

No obstante ello,  la película, como cine denuncia, desde lo social, parece algo floja. Y desde otro punto de vista, desde lo individual, el personaje de Sandra parece más al borde de una crisis personal producto de una personalidad inestable que de una desgraciada situación laboral. Creo que estos desniveles afectan y resienten la potencia del mensaje de los Dardenne cuya mirada, sin lugar a dudas,  es la precariedad en que se encuentran las relaciones laborales frente al avance imparable de una sociedad que se tecnológiza y en consecuencia,  sustituye cada vez más mano de obra humana por mano de obra robótica. Por otra parte, esta ha sido la consecuencia de toda revolución industrial acaecida en la historia del mundo. Pero la velocidad de su ocurrencia es lo que más preocupa.


Nos queda una reflexión final que es una pregunta. Será cierto que los procesos de educación y el continuo entrenamiento de los recursos humanos encontrará mejores puestos de trabajo frente a este mundo tecnologizado? La aparición de nuevos trabajos donde prevalece la inteligencia y la capacitación humana serás suficientes para absorber esta masa humana en crecimiento? Es la inteligencia humana a nivel individual perfectible o un cociente dado?

jueves, 22 de octubre de 2015

PACTO CRIMINAL de Scott Cooper

EL LADO OSCURO DE LA LUNA




No es la primera vez que la mafias de Boston son el tema de una película.  Los Infiltrados (The Departed, 2006) de Martin Scorsese y Atracción Peligrosa (The Town, 2010) de Ben Affleck, desde otros ángulos ya habían tocado el tema. Pacto Criminal (Black Mass, 2015), la película de Scott Cooper que se estrenó hoy en Buenos Aires constituye un nuevo punto de vista sobre el tema.

Centralizado en la figura de James Bulger, un hijo de irlandeses muy bien caracterizado por un irreconocible Johnny Depp, narra su relación presente con un amigo de la infancia, John Connolly (Joel Edgerton), devenido agente del FBI en la citada ciudad. Connolly busca hacer carrera en el FBI. Para ello, pacta con Bulger intercambio permanente de información sobre la mafia italiana a cambio de protección sobre la mafia irlandesa, estableciéndose una relación ilegal que pende de un fino equilibrio siempre a punto de romperse.

El film es otra película más sobre las mafias. Más cerca de "Los Infiltrados" que de "El Padrino", destaca lo lejos que el cine de Hollywood va dejando "los modelos" para ir reflejando las "realidades".  "Pacto Criminal" es un film sobre los códigos. La hermandad y la familia como valores principales en la escala social. La amistad como un valor superior. El silencio como un bien apreciado. La traición como un crimen que se paga con la muerte. El juego, la prostitución y la droga son simplemente bienes de cambio.

Tal como habíamos visto semanas atrás la hipótesis de "Sicario" de Denis Villeneuve, en "Pacto Criminal" aparece otra vez la idea de la imposibilidad de luchar contra el crimen con la ley en la mano. Si en "Sicario" el trabajo limpio lo hacia la CIA y el trabajo sucio lo hacia un sicario, en "Pacto Criminal" un agente del FBI pone bajo su protección a uno de los mayores criminales de la ciudad de Boston a cambio de conseguir información de primera con el solo propósito de mejorar sus chances de carrera en la agencia federal.

Cabe preguntarse: Qué estamos viendo? Ficciones o casos reales. Estamos asistiendo a un cambio de paradigmas en Hollywood?  Acaso la gran máquina de fantasías está abandonando los "viejos modelos" que nos transmitían las bondades del "American Way of Life" para instalar "los nuevos modelos" de una sociedad muchos más desestructurada en la que todo vale y se salva el que puede. Acaso estamos frente a un cambio que en el fondo significa una regresión hacia lo que sería el imperio de la ley de la selva?. Es interesante recordar un pasaje del film donde Bulger habla con su hijo de 8 años. El niño ha sido amonestado en su colegio por un acto de violencia contra un compañero. Lejos de reprenderlo, Bulger le dice: "Escúchame con atención porque la vida está llena de lecciones. Tienes que aprender estas cosas. No es lo que haces, sino cuándo y dónde lo haces, o con quién ó a quién se lo haces. Si nadie lo ve, no sucedió. Entendido?"  Es esta la filosofía de vida Bulger, un mafioso, o es un nuevo paradigma que se está instalando en la sociedad actual?

No obstante, "Pacto Criminal" no alcanza la profundidad de la propuesta de "Sicario". Carece del final abierto de ésta para provocar la reflexión del espectador.  En "Pacto… unas "tranquilizadoras" leyendas finales nos informen que John Connolly (el policía corrupto)  fue condenado a 40 años de prisión y que James Bulger (el mayor criminal de Boston) se mantuvo prófugo  de la justicia durante 25 años, hasta que fue apresado en 2010, en California, a los 80 años. Desde entonces, cumple condena en una cárcel del Estado de Minnesota. Sin embargo, uno queda con la impresión de que el crimen no siempre paga, y mucho menos cuando debe pagar. Lo cual no solo muestra un estado de indefensión sino que explica el porqué de la inseguridad reinante.


Film sólido de Scott Cooper ("Corazón Rebelde", 2009, que le valió el Oscar a Jeff Bridges). Al principio, cuesta entrar en el relato dado la multiplicidad de personajes que presenta de entrada, pero una vez que estableció el hilo narrativo, el film corre sin tropiezos, hilvanando escenas cortas y contundentes. El cine de Cooper es un cine de planos y contra planos cortos. No hay grandes movimientos de cámaras ni raros paneos. El film es seco como la historia que narra y eso le permite concentrarse en el drama pesimista de una amistad que ha tomado un rumbo equivocado.

miércoles, 21 de octubre de 2015

LIV y INGMAR de Dheeraj Akolkar






EL RECUERDO Y LA EMOCIÓN

Cuando a mediados de los años 60 comienzo a transitar mi adolescencia, el cine, al que había frecuentado de niño, se me transforma en una pasatiempo más importante que el futbol. En aquella época, comenzaban las trasnoches de Arteón en Rosario y en ellas descubro un cine fascinante que no era otro que el denominado "cine de autor".  El neorrealismo italiano, la novelle vague, el free cinema ingles y el cine nórdico comienzan a aparecer ante mis ojos, a la vez que comienzo a interesarme en la crítica cinematográfica y a iniciarme en la lectura de la historia del cine. No tardarían en llegar aquellos momentos sublimes del descubrimiento de Ingmar Bergman, el gran maestro sueco y el deslumbramiento ante "El Séptimo Sello" y de "La Fuente de la Doncella".

Esta tarde tuve la oportunidad de ir al cine y descubrir una joyita: "Liv & Ingmar", el notable documental del indio Dheeraj Akolkar, basado en las memorias de Liv Ullman ("Senderos") y del propio Bergman ("Linterna Mágica"). El film es la evocación de la relación personal, amorosa y artística que se establece  entre la actriz noruega y el autor y director sueco.

Alkokar nos introduce al mundo de la famosa pareja a través de una entrevista a Liv Ullman, ahora una  mujer de unos 75 años. Liv evoca personalmente sus recuerdos y nos narra cuando fue convocada por primera vez por el maestro y viaja a Suecia. Lo hace en respuesta a un llamado que la invita a interpretar "Persona". Transcurre 1966. Liv vivía en Oslo, tenía 28 años edad y había contraído matrimonio a los 20 años. Se había transformado en una actriz teatral dramática y había participado en obras de autores importantes. Llega a Suecia y ni bien conoce a Bergman comienza a producirse una simbiosis entre ella y el maestro cuya trascendencia los llevará a la convivencia, al afincamiento en la Isla de Faro, el nacimiento de una niña, la realización de varias películas geniales, una amistad duradera, y una admiración que trasciende la muerte. Pero sobre todas las cosas, lo que definitivamente destacará es que de esa relación nace una unión artística de características únicas cuya producto son 7 películas (Persona, 1966; La Hora del Lobo, 1967; Vergüenza, 1968; Pasión, 1969; Gritos y Susurros, 1972; Secretos de un Matrimonio, 1973; Cara a Cara, 1976; que signaron una década creativa, y más tarde y con una apertura hacia un cine internacional, 2 películas algo menos importantes, El Huevo de la Serpiente, 1977 y Sonata de Otoño, 1978, para volver y finalizar en 2003 con otra obra importante, personal y definitoria, rencontrando a los personajes de Secretos de un Matrimonio 20 años después, en "Saraband".

"Convivimos durante 5 años, y generamos una especie de relación telepática que horas antes de la madrugada en la que murió Ingmar, me hizo sentir una corazonada que me llevó a Farö. Era algo tan especial que volé sin perder un minuto para estar a su lado. Sabía, sin saberlo, que Ingmar iba a morir y quise abrazarle una vez más y expresarle lo mucho que nuestros años juntos han significado para mí", dice Liv Ullman a la cámara, ya anciana y todavía admirada de haber conocido, convivido y participado de una obra cinematográfica que sin lugar a dudas forma parte de la historia grande del cine.

Film intimista, evocativo de un cine inigualable, tan desaparecido como el mismisimo Bergman,  del cual participaron también otras actrices: Ingrid Thulin, Bibi Anderson, Harriet Anderson; otros actores: Max Von Sidow, Erland Josepsohn, y el gran fotógrafo Sven Nykvist. Retrata solo una parte de la gran obra bergmaniana, una faceta de una época de cambio (el fin de la época victoriana,  y el comienzo de la guerra fría en Europa y hippismo en los Estados Unidos), que  en el cine coincide con  el fin del neorrealismo y el comienzo de la Novelle Vague, el desarrollo del concepto de lo "felliniano", y justamente, el hermetismo "bergmaniano".

"Liv & Ingmar" es un film para amantes del cine. Suena y se ve como un film honesto y hecho con toda sinceridad. Retrata a Ingmar tal como era,  un tipo solitario que disfrutaba rodearse de sus colaboradores más cercanos, y gozaba de la vida escribiendo, filmando, o paseando por el jardín de su casa en compañía de Liv. Pero por sobre todas las cosas, el film es la mirada de Liv sobre el genio creativo de Ingmar que recrea la dificultad de amar a un genio. Es un film sobre una persona que ha amado intensamente a quien ha admirado. Liv ha amado a ese hombre en una multiplicidad de formas posibles. Su amor ha pasado desde lo carnal a lo platónico, desde lo filial a lo intelectual.  Y cuando ese amor necesito distancia, lo que ganó fue la amistad. "Liv & Ingmar" es el homenaje a uno de los más grandes creadores del cine de todos los tiempos relatado por su actriz fetiche. Finalmente, cabe agregar una frase del propio Bergman que tal vez lo retrate en pocas palabras: “Si no creo, no existo. Me he dedicado a crear realidad a mi alrededor, y siempre la he creado a mi modo".

viernes, 16 de octubre de 2015

EN LA CUERDA FLOJA (THE WALK) de Robert Zemeckis


EL TRIUNFO DE LA VOLUNTAD

Robert Zemeckis tiene una larga trayectoria cinematográfica realizada desde principios de los años ´70. Se lo conoce principalmente  como director, pero generalmente es también guionista y productor de sus films. Su cine se caracteriza por transitar la comedia y desde ella, reflexionar sobre el hombre de clase media americana.  Y mucho más que otros directores jóvenes, se plantea la necesidad de actualizar o desarrollar la innovación tecnológica, la que siempre ha usado en beneficio de las historias que en cada momento ha estado narrando. En la que nos ocupa, será el 3D, plenamente justificado.

El gran público lo conoce a partir del suceso de "Tras la Esmeralda Perdida, 1984", obviamente una gran comedia de aventuras con Michael Douglas y Kathleen Turner, ambos en el apogeo de sus carreras. Más tarde frecuentó el éxito masivo con la trilogía de "Volver al Futuro, 1985/89/90", la primera de las cuales ya es considerado un clásico del cine contemporáneo. En 1988 realiza "Quién Engañó a Roger Rabbit", un prodigio de utilización de dibujos animados superpuestos con actores reales, que ya había sido utilizado con anterioridad en una escena de "Mary Poppins" de la Disney, pero no como sistema narrativo completo de una película. En 1994 alcanza el pico de su carrera. Gana el Oscar como director y como productor de "Forrest Gump", una película emblemática sobre el gran sueño americano. Desde entonces ha realizado un film cada 2 o 3 años y no ha alcanzado éxitos masivos aunque ha mantenido las características de su cine. No obstante ello, "Naufrago, 2000"; "Polar Express, 2004"; ambas con Tom Hanks, y "El Vuelo, 2012", con Denzel Washington son muestras de su fluidez y madurez narrativa.

Esta semana se estrenó en Buenos Aires su última producción: "The Walk, 2015", aquí denominada "En La Cuerda Floja", donde Zemeckis nos narra una historia real, la vida de Philippe Petit, un francés que se ganaba la vida como malabarista en las plazas de Paris pero soñaba con ser equilibrista. Como toda gran empresa humana, las casualidades tienen mucho que ver. Un día cualquiera, Philippe , personificado por  Joseph Gordon-Levitt, conoce a Papá Rudy (el siempre correcto Ben Kingsley), un experto equilibrista que tiene un circo donde en uno de los actos camina por la cuerda. Papa Rudy es un maestro y estará dispuesto a transmitirle a su reciente discípulo todo lo que sabe.

Zemeckis trabaja el film en dos partes. Una inicial donde presenta a los personajes, narrando una típica comedia costumbrista sobre la vida bohemia de dos artistas callejeros en el Paris de posguerra, y  una segunda parte en la cual Philippe decide llevar a cabo su empresa, transformando la película en un gran film de suspenso.

"En la Cuerda floja" se resumen todos los grandes temas del cine de Zemeckis, emparentando a su personaje Philippe con Forrest Gump. Tal como Forrest, Philippe tiene una inocencia esencial. Alguien que no transita por la vida orientado por un objetivo sino, más bien, empujado por un sueño. En ese sentido, "En la Cuerda Floja" es una película sobre los sueños hechos realidad, es una metáfora sobre la voluntad inclaudicable del individuo para llevar a cabo lo que sueña, pero es también, un estudio de la naturaleza humana, aquella capaz de afrontar riesgos más allá de lo permitido, algo que estimula el carácter transgresor, capaz de colocar al individuo fuera del las leyes del hombre e incluso, desafiar el orden de la naturaleza.

Todo ocurre de repente. Estamos en 1974. Un día Philippe abre el diario y se entera que en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos de América, se están construyendo dos torres gemelas de 400 metros de altura. Su reacción es instantánea. Debe tender un cable y caminar entre ellas. Hacia allá vamos. Las dificultades de la empresa serán enormes, tanto materiales como legales. Pero la fuerza de la voluntad podrá con todo.

Historia de amor y sobretodo, de amor por la vida, del respeto por aquéllos maestros capaces de enseñar, de transmitir un conocimiento, un arte, una profesión, es la síntesis misma del triunfo del espíritu de la aventura humana, el sueño de sentirse pájaro. Y es también un gran homenaje a esas emblemáticas torres que la sinrazón humana destruyó una mañana de un 11 de setiembre de 2001, sembrando un terror que será inolvidable para todos aquéllos que lo hemos vivido. En esa toma final en que un atardecer soleado ilumina las  torres como si fuera un resplandor incinerador, paradójicamente, la película desnuda la contradicción humana, aquella capaz de construir maravillas, desarrollar sueños, y destruirlos con la misma facilidad.

miércoles, 14 de octubre de 2015

TAXI de Jafar Panahi


"QUÉ QUIEREN QUE HAGA SI SOLO SE HACER CINE?"

Jafar Panahi viene sufriendo cárceles desde 2009, cuando el gobierno de Mahmud Ahmadineyad,  lo detuvo junto con su esposa, hija, y 15 amigos acusándolo de hacer propaganda contra el gobierno iraní. En mayo de 2010 salió en libertad bajo fianza y en diciembre  fue condenado a una prisión de 6 años y una prohibición de 20 años para dirigir películas, escribir guiones, dar entrevistas y salir del país. Las elecciones iraníes de 2013 provocaron un cambio de gobierno que trajo aparejado una distención de la politica, al hacerse cargo del gobierno Hasán Rouhani, generando un gobierno menos radicalizado que permitió a Jafar Panahi cumplir su condena en forma domiciliaria. No obstante, Panahi ha continuado desafiando al régimen que coarta su libertad individual y ha hecho 3 películas,  la última de las cuales es la que aquí comentamos y que se estrenó esta semana en Buenos Aires en los circuitos de cine arte, despertando interés y admiración .

Taxi es un viaje de hora y media por las calles céntricas y barrios acomodado de Teherán, donde Panahi es el taxista, y en su recorrido levanta pasajeros diversos, todos emergentes de esa misma realidad. Panahi maneja a sus anchas, algunas veces reconocido y otras ignorado.  Pero lo que tiene su película, filmada con una cámara fotográfica y un celular, es que ha plasmado un momento de su vida, aquel en el que ha desafiado su cautiverio disfrazado de taxista, ha salido a la calle, y sobre todo, se ha expresado mediante un hecho cinematográfico, realizando, no solo un desafío, sino también un canto a la libertad del individuo.

El desafío cinematográfico pasa también por habilidades fotográficas. Coloca una cámara en el espejo del auto que permite enfocar a los pasajeros que levanta, y en otras circunstancias, le pide a quien se siente a su lado, que lo enfoque o enfoque a quien viaja detrás de él. El primer pasajero, después de realizar su trayecto, declara que es un ladrón. Previamente ha discutido con una pasajera del asiento de atrás acerca de la brutalidad de las penas. De ello resulta que la pasajera tiene ideas más liberales que las del propio ladrón, que asume que los ladrones deben ser severamente castigados incluso con la muerte. Está claro que Panahi plantea, desde el inicio mismo de su viaje por Teherán, que en Irán hay mucho por discutir sobre la justicia y la libertad. El segundo pasajero resulta conocer a Panahi. Es su proveedor de videos clandestinos de su hija, que con toda autoridad opina de las bondades del cine turco de Neri Bilge Ceilan y del coreano Kim ki-Duk, a la vez que muestra su desinterés por el cine americano dando señales claras de sus actuales preferencia cinematográficas, pero sobretodo, dejando en claro que determinado cine solo se ve en la clandestinidad. Más tarde, Panahi levanta a un accidentado, acompañado por su mujer, que, al ver la cámara y sintiéndose cerca de su muerte, aprovecha para hacer  su legado en forma cinematográfica, y de paso muestra la ineficiencia actual de la salud pública en Teherán. Después, la mujer insistirá varias veces telefónicamente para que Panahi le pase una copia del legado de manera tal que ella pueda demostrar su derecho a la herencia.  Otra vez aparecerá el rol secundario de la mujer en esta sociedad y su necesidad de poder hacer valer el derecho sobre lo que le corresponde. Más tarde, suben al taxi un par de hermanas que van a una mezquita a orar y dejar una ofrenda floral, constituyendo un pequeño fresco de las costumbres ancestrales que permanecen vigentes en el país. Finalmente, subirá al taxi su pequeña sobrina de 8 o 9 años, quien como trabajo escolar, debe hacer una película casera. Admiradora de su Tío, la pequeña cuestiona las indicaciones de la maestra (esas indicaciones son el respeto por casi todas las represiones del régimen) y repasa las recetas del tío:  tener una historia, contarla con sencillez, cuidar los encuadres,  no distraerse en banalidades. Toda una declaración de principios cinematográficos.

Taxi es una película muy pequeña pero muy grande a la vez. Hecha con muy poca plata, filmada clandestinamente con una Cam Corder y un celular, montada en una computadora, prácticamente carente de títulos de presentación y reconocimientos, es cine en su estado más puro. Conceptualmente, representa  un desafío a un régimen político que no respeta la libertad de expresión, y a su vez, es una reinvindicación sobre la vigencia del cine como forma de expresión y comunicación, más allá de las modas, del negocio, y de los fenómenos taquilleros. Taxi se vuelve grande en la pantalla porque devuelve al cine en su esencia, el poder de la imagen y del sonido, la obra de un cineasta condenado por pensar diferente que le contesta al régimen que gobierna a su país con la única forma que sabe: Haciendo Cine. "Taxi" es un grito de libertad y una profunda reflexión sobre el cine.