"No importa dónde estés... a medio kilómetro de distancia o al otro lado del mundo, siempre estarás conmigo y siempre serás mi hermano." Toretto (Vin Diesel)
La tarea no era fácil. Con Walker muerto y algunas escenas
sin filmar, queda claro después de ver la película, que la decisión fue
eliminar escenas dramáticas donde podría haber tenido participación el actor
fallecido e ir directamente a reforzar la acción donde los dobles y los efectos
especiales pueden hacer que la ausencia del actor no se notara. También se
decidió que el lanzamiento del nuevo capítulo fuera en 3D. Esto es una decisión
visualmente importante porque saca al primer plano de la escena para darle más
profundidad de campo a la pantalla. Ello hace menos importante la participación
actoral. En consecuencia, la película tornó en un film de pura de acción y
facilitó la irreemplazable participación de Walker.
Es posible, no obstante, que estas decisiones, si bien
salvaron la película, la desvirtuaron en lo dramático. Porque si Rápido y Furioso llegó a una 7ma parte fue
justamente por diferenciarse de las películas de acción plenas dado que, ante
todo, se nutria en las viejas películas de carreras de auto clandestinas de la
década del 50 y del 60, e incluso abrevaba en films tan dispares como "Rebelde
sin Causa" y "Vanishing
Point", donde los personajes exteriorizaban toda su rebeldía contra el sistema
corriendo autos en las típicas picadas de la costa californiana o el desierto
de Sonora.
Salvo la escena inicial, en esta 7ma entrega, no queda nada
de ello. Las carreras de auto y la rebeldía juvenil se dejan de lado para que
nuestros héroes pasen a ser superhéroes totalmente integrados al sistema al
servicio de algo asi como una Agencia de
Inteligencia tipo la CIA. Y la incongruencia llega aún más lejos, cuando en la
2da escena, el nuevo malo de la película, Deckard Shaw ( el inglés Jason Statham),
aparece en busca de una venganza personal contra el héroe Dom Toretto (Vin
Diesel), y lo hace impulsado por el odio que le genera que Toretto le haya
pegado una paliza a su hermano que lo ha enviado a un hospital en un coma
profundo.
Esta
contradicción de la película, ello es narrar una vertiginosa búsqueda donde
todos los personajes recorren desde Los Ángeles hasta los Cáucasos, y de allí a
Abu Dahbi para volver a L.A. en busca de un sistema de computación llamado
"Ojo de Dios", capaz de rastrear a cualquier cosa en cualquier lugar del
mundo (lo cual nos instala ante el definitivo fin de la intimidad), dejando de
lado el tema principal de la película que es la tremenda venganza que guía a Shaw
contra Toretto, tornando al film en un mero pasatiempo de más de 2 horas, a pesar
que en todo momento Shaw y Toretto estén en
bandos opuestos y se la tengan jurada.
Lo lamentable es que en esta entrega se ha debilitado la columna emocional que sostenía esas inquebrantables pasiones de los personajes. Toretto ha generado de
la amistad una unión familiar, y si en esta última, la venganza de Shaw esta
propulsada por el odio que le genera la paliza que Toretto le propinó a su
hermano, podemos pensar que las fuerzas de las pasiones siempre han inspirado a
los protagonistas. Pero en esta última entrega, esas pasiones son dejadas de
lado porque Toretto, aunque animado por la pasión, acuerda con un tal Mr.
Nobody (Kurt Russell) una mutua ayuda
para cazar a Shaw pero poniendo como principal objetivo encontrar antes un "pen
drive" que poco tiene que ver con los intereses de los protagonistas y que
sin embargo llevan a la cuasi destrucción de la ciudad de Los Ángeles, y lo que es peor, la mayor parte del metraje.
Muchos me dirán que Fast and Furious 7 es un simple film de
acción y no hay porque buscarle segundas lecturas, pero en realidad, la
importancia que Toretto le da a esa familia disfuncional que crea a partir de la
amistad es la contracara del odio que hacia él siente Deckard Shaw. La necesidad de
Deckard de vengar a su hermano no es más que un espejo deformante de esa unión
familiar que tan cara es a las pretensiones de Toretto, que por otra parte se
está transformando a si mismo en una especie de "padrino" al mejor estilo
italiano. Ese es el verdadero núcleo del film y ese enfrentamiento es la sustancia dramática que sostiene toda la película que lamentablemente el director James Wan ignora o pasa a un lejano segundo plano de interés.
No obstante, en el
final, el lirismo se apodera del film. Sabiendo que Paul Walker ya no estará más
con nosotros, su personaje, Brian O´Conner decidirá dejar definitivamente la
acción para dedicarse a la familia y un hijo que viene en camino. Dos autos
iniciarán un último "rush" y sabremos que su destino se separará literalmente
del destino de Toretto, cuando después de una curva, cada cual encare hacia una
dirección diferente. Habrá Rápidos y Furiosos 8 ?
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