miércoles, 12 de agosto de 2015

MI MADRE de Nanni Moretti

VIAJE HACIA UNA LUZ INFINITA

No hay duda que hay mucho de personal en este nuevo film de Moretti. De hecho, él mismo lo ha dicho en las entrevistas que ha dado en Cannes en mayo pasado con motivo de la presentación internacional de su film. Es como si el fallecimiento de su madre, acontecimiento único en la vida de todo hombre, no solo lo hubiera colocado al borde de un abismo emocional muy grande sino también de una soledad existencial que lo hace emerger a un mundo nuevo que lo lleva a expresarse con una madurez diferente, aquella que toma conciencia que la muerte de los padres dejan al hijo sin red protectora alguna y lo encaminan hacia un nuevo estado donde como persona  adquiere una individualidad total y única.

Ese mismo" yo" de Moretti  es el protagonista de Mía Madre, un film intimista, emotivo y personal que pareciera ser la segunda parte de su "Caro Diario", aquella película de 1993 que lo llevara a la presentación internacional de su cine. Pero con una gran diferencia, el paseo que propone ahora no es el paseo exterior por la siesta romana sino un paseo interior por la confusión de sentimientos que produce el enorme acontecimiento que relata.

Para aproximarse a este viaje existencial, Moretti se desdobla en dos personajes: una pareja de hermanos. Margarita (Margarita Buy),  y Giovanni (el mismo Moretti). Margarita asumirá el rol del alter ego de Moretti, una directora de cine que se encuentra en pleno rodaje de un film durante la convalecencia de su madre. Margarita es la personalidad inestable que está llena de contradicciones. Es el clásico personaje frágil e inseguro que caracteriza a Moretti. Al comienzo de la película corta una relación amorosa que está llevando con un actor posiblemente algo menor que ella, y al que citará sin sentido alguno a un bar cuando la película  promedia para poder darse cuenta de algo obvio, es decir, que esa relación es una relación terminada. Margarita tampoco sabe cómo manejar la convalecencia de su madre. La irrita, la intranquiliza, le hacen perder el sueño, le traen pesadillas. Sus visitas a la clínica la ponen nerviosa. Discute con los médicos, con las enfermeras. De la misma manera, tiene conflictos con su hija, una adolescente en plena rebeldía, pero  paradójicamente, logra apoyarse en su ex marido. Esta sumergida en el rodaje de su nuevo film, una película de contenido social que narra un conflicto de características laborales. Para mayor complicación, ha contratado a un actor americano (John Turturro), que es la esencia del actor puro de Hollywood, un mitómano que dice haber trabajado durante 3 meses con Kubrick en Londres, que no acierta con ninguna escena y que en el fondo, lo único que pretende es tener unas buenas vacaciones pagas en Roma. No obstante, con el productor y con la misma Margarita generan una escena desopilante, heredera de "Caro Diario", que se trata de un paseo en auto por la noche romana que termina siendo un enorme homenaje al cine italiano de los ´60 con Fellini y su "Boccacio" a la cabeza. Por otro lado, la inseguridad de Margarita está magistralmente expresada cuando  como directora de cine les pide a los actores que sean ellos mismos, que se pongan al lado del personaje, un concepto que ningún actor ni ella misma logra entender. Pero Moretti no solo se cita a si mismo ni homenajea al mejor cine italiano, sino que todas las escenas de la filmación que dirige Margarita remiten también  a "La Noche Americana" del querido François Truffaut, donde se alude a una realidad paralela, a esa, a veces imposible, separación de la realidad de la fantasía, expresada en ese desdoblamiento de la realidad que es la realidad recreada en el propio set de filmación.

Giovanni, su hermano, por el contrario, es la introspección total: Un solitario, posiblemente solterón. Cerca de los 60 años, ha pedido una licencia especial en su trabajo para ocuparse de su madre.   Pero no hay duda de dos cosas. Giovanni ya no quiere trabajar más y solo desea jubilarse porque lo que más desea es vivir tranquilo. Se ocupa con esmero de su madre. Habla y entiende a los médicos y enfermeras. Es quien es capaz de parar la pelota y pensar en la mejor alternativa. Es el buen hermano que escucha, piensa y toma decisiones. Es también un tipo responsable.  Será  él quien decida sacar a su madre del hospital y llevarla a morir tranquilamente a su casa.

Es en esa casa donde Moretti exaltará la unión familiar como un valor fundamental de las relaciones sociales. En la vuelta al hogar de Ada (una extraordinaria actuación de Giulia Lazzarini), pese a lo inevitable del desenlace, la familia logrará un equilibrio, se pasaran los últimos momentos al lado de un ser querido y luminoso (la clase de latín de la abuela a la nieta es memorable por su calidez), y todos alcanzaran la paz tan deseada sabiendo que han hecho lo mejor que han podido: cuidar y estar al lado de su madre.
Además del desdoblamiento del personaje, Moretti hace uso de lo onírico , saliéndose de la realidad como nunca antes lo había hecho. Margarita despertando de un sueño y encontrando su casa inundada de agua, Giovanni renunciando a su trabajo en una conversación  con su jefe, Margarita soñando con su madre muerta en una noche dormida en una sala de hospital, son escenas que dibujan notablemente la interioridad de los personajes, una representación de los miedos más profundos a lo que inexorablemente los personajes  deberán de enfrentarse.

Tal vez el film más profundo  y personal de Moretti. Transitado por la tragicomedia como género, y como ya lo mencionamos, una continuación de "Caro Diario" en la comedia y de la "La Habitación del Hijo" en lo dramático, "Mía Madre" es un viaje hacia el alma humana, una gran catarsis, un tránsito hacia la tranquilidad de consciencia,  un film absolutamente sincero y conmovedor que merece ser visto aunque uno termine con los ojos mojados embargado  por  la emoción que este streap tease de sentimientos nos produce.

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