jueves, 22 de octubre de 2015

PACTO CRIMINAL de Scott Cooper

EL LADO OSCURO DE LA LUNA




No es la primera vez que la mafias de Boston son el tema de una película.  Los Infiltrados (The Departed, 2006) de Martin Scorsese y Atracción Peligrosa (The Town, 2010) de Ben Affleck, desde otros ángulos ya habían tocado el tema. Pacto Criminal (Black Mass, 2015), la película de Scott Cooper que se estrenó hoy en Buenos Aires constituye un nuevo punto de vista sobre el tema.

Centralizado en la figura de James Bulger, un hijo de irlandeses muy bien caracterizado por un irreconocible Johnny Depp, narra su relación presente con un amigo de la infancia, John Connolly (Joel Edgerton), devenido agente del FBI en la citada ciudad. Connolly busca hacer carrera en el FBI. Para ello, pacta con Bulger intercambio permanente de información sobre la mafia italiana a cambio de protección sobre la mafia irlandesa, estableciéndose una relación ilegal que pende de un fino equilibrio siempre a punto de romperse.

El film es otra película más sobre las mafias. Más cerca de "Los Infiltrados" que de "El Padrino", destaca lo lejos que el cine de Hollywood va dejando "los modelos" para ir reflejando las "realidades".  "Pacto Criminal" es un film sobre los códigos. La hermandad y la familia como valores principales en la escala social. La amistad como un valor superior. El silencio como un bien apreciado. La traición como un crimen que se paga con la muerte. El juego, la prostitución y la droga son simplemente bienes de cambio.

Tal como habíamos visto semanas atrás la hipótesis de "Sicario" de Denis Villeneuve, en "Pacto Criminal" aparece otra vez la idea de la imposibilidad de luchar contra el crimen con la ley en la mano. Si en "Sicario" el trabajo limpio lo hacia la CIA y el trabajo sucio lo hacia un sicario, en "Pacto Criminal" un agente del FBI pone bajo su protección a uno de los mayores criminales de la ciudad de Boston a cambio de conseguir información de primera con el solo propósito de mejorar sus chances de carrera en la agencia federal.

Cabe preguntarse: Qué estamos viendo? Ficciones o casos reales. Estamos asistiendo a un cambio de paradigmas en Hollywood?  Acaso la gran máquina de fantasías está abandonando los "viejos modelos" que nos transmitían las bondades del "American Way of Life" para instalar "los nuevos modelos" de una sociedad muchos más desestructurada en la que todo vale y se salva el que puede. Acaso estamos frente a un cambio que en el fondo significa una regresión hacia lo que sería el imperio de la ley de la selva?. Es interesante recordar un pasaje del film donde Bulger habla con su hijo de 8 años. El niño ha sido amonestado en su colegio por un acto de violencia contra un compañero. Lejos de reprenderlo, Bulger le dice: "Escúchame con atención porque la vida está llena de lecciones. Tienes que aprender estas cosas. No es lo que haces, sino cuándo y dónde lo haces, o con quién ó a quién se lo haces. Si nadie lo ve, no sucedió. Entendido?"  Es esta la filosofía de vida Bulger, un mafioso, o es un nuevo paradigma que se está instalando en la sociedad actual?

No obstante, "Pacto Criminal" no alcanza la profundidad de la propuesta de "Sicario". Carece del final abierto de ésta para provocar la reflexión del espectador.  En "Pacto… unas "tranquilizadoras" leyendas finales nos informen que John Connolly (el policía corrupto)  fue condenado a 40 años de prisión y que James Bulger (el mayor criminal de Boston) se mantuvo prófugo  de la justicia durante 25 años, hasta que fue apresado en 2010, en California, a los 80 años. Desde entonces, cumple condena en una cárcel del Estado de Minnesota. Sin embargo, uno queda con la impresión de que el crimen no siempre paga, y mucho menos cuando debe pagar. Lo cual no solo muestra un estado de indefensión sino que explica el porqué de la inseguridad reinante.


Film sólido de Scott Cooper ("Corazón Rebelde", 2009, que le valió el Oscar a Jeff Bridges). Al principio, cuesta entrar en el relato dado la multiplicidad de personajes que presenta de entrada, pero una vez que estableció el hilo narrativo, el film corre sin tropiezos, hilvanando escenas cortas y contundentes. El cine de Cooper es un cine de planos y contra planos cortos. No hay grandes movimientos de cámaras ni raros paneos. El film es seco como la historia que narra y eso le permite concentrarse en el drama pesimista de una amistad que ha tomado un rumbo equivocado.

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