Denis
Villeneuve es un director canadiense que con 3 películas en su haber se ha ido
acercando paulatinamente a Hollywood y con Sicario entra plenamente en el cine
americano. No es una entrada común. Villeneuve hace un cine independiente e
inclusive incursiona en festivales, a tal punto que ésta que nos ocupa fue presentado
en Cannes 2015 donde ya cosechó atención y aplausos.
Sicario es
un film contundente. Encasillándolo en
el género, es una película de acción y suspenso. Muy bien escrita desde el
guión original de Taylor Sheridan, un actor de televisión debutante en la
escritura cinematográfica, está estupendamente llevada a la pantalla por Villeneuve. Como es normal en sus films
(recordar "Incendios" y "Prisioneros") toca un tema de
urticante realidad: el narcotráfico. Situada
en la frontera entre Estados Unidos y México, desarrolla un trama policial en
que narra la historia de la cacería del narcotraficante más importante del
Cartel de Juárez , en la ciudad del mismo nombre.
Si bien la
trama se desarrolla con convencionalidades propias del genero, la tensión y el
manejo de las mismas, el tira y afloje permanente que con el director somete al
espectador, es lo que vuelve distinta a la película. Villeneuve se apoya tanto
en la música incidental de Jóhann Jóhannsonn como en la fotografía de Roger
Deakins, ya con cámara en mano ó en escenas aéreas. Pasa de los primeros planos
a planos panorámicos en los que capta tanto pequeños gestos y actitudes como
refleja paisajes desérticos y situaciones sociales. En este último aspecto, es realmente notable como
el director diferencia desde el aire los barrios bajos de Tucson de los barrios
pobres de Ciudad Juarez. Ese reflejo no busca solo localizar la acción sino básicamente
mostrar las diferentes caras de la pobreza. En esas tomas, el planeo de la cámara
de Deakins diferencia la pobreza americana de la miseria mexicana. Toda un definición
sobre el ámbito en los que se desarrolla
el narcotráfico.
Pero el
film es mucho más que eso. Porque tal como la semana pasada nos inquietaba
"Hombre Irracional" con la idea de su protagonista de llegar a la justicia
por la vía la mano propia, Villeneuve toma la misma idea para desarrollar su
tesis de que la lucha contra el narcotráfico se hace imposible a través de las metodologías
policiales convencionales. Es asi como en la película dos agentes del FBI son
separados de sus filas para que se unan a un escuadrón especial que
posiblemente representa a la DEA simplemente para dar formalidad a una serie de
operativos que no la tienen y se parecen más a acciones encubiertas que a
operativos policiales. No hay duda que nos estamos enfrentando a un nuevo
flagelo que azota a las sociedad moderna, donde los roles de los países están
cambiando fuera del imperio de la ley y en parte como consecuencia de una nueva
era tecnológica que genera desocupación y desamparo en todo el mundo pero con
grandes diferencias. Mientras las sociedades más desarrolladas generan
servicios de gran valor agregado y altos niveles de consumo, las menos
desarrolladas apenas pueden desarrollar bienes agrícolas e industriales y
extrema desocupación. En este contexto, se está volviendo común ver cómo la producción y tráfico de
drogas naturales y sintéticas ocupan posiciones cada vez más importante en las
economías informales, generando trabajo en negro e importantes corrientes de dinero ilegal que necesita ser "lavado",
a la vez que sistemáticamente comienza un proceso exportador de drogas hacia los
países más desarrollados, transformando al mundo pobre en productor y al mundo
rico en consumidor, alterando en ambos
lados el equilibrio social de los viejos ideales de la ya decadente sociedad
victoriana. El caos social comienza a imperar en ambos lados contaminando no
solo a las clases menos pudientes sino también llegando a las clases políticas.
La paradoja que estamos viendo es que la falta de trabajo es suplida por el
trabajo que genera tanto el tráfico como la producción de drogas, tornando al
remedio más peligroso que la enfermedad.
Sicario nos
pega fuerte porque en el mundo que describe ya no quedan ni buenos ni malos.
Sus personajes son todos víctimas de una violencia desenfrenada donde los márgenes
de la ley se vuelven vidriosos, poco visibles o ignorados porque la ley ya no
sirve para contener el fenómeno que estamos sufriendo. Muestra que, incluso, es ingenua la
posición de muchos de nuestros políticos cuando se refieren al tema,
demostrando que ya han sido cooptados por el mismo o no tienen idea cabal de lo
que están tratando de enfrentar. Está claro que no tenemos soluciones y lo que
es peor aún, estamos lejos de ellas. Y si las soluciones tienen algo que ver
con lo que plantea la película, caemos en la ley del más fuerte, en la justicia
por mano propia, o en la cruzada de un grupo de iluminados. A la luz de los
acontecimientos que estamos viviendo, queda claro que debe prevalecer una
voluntad politica para poder llevar a cabo lo que en la práctica no es más que
una guerra contra el narcotráfico. El film tiene como principal atributo
acercarnos a ese infierno tan temido donde la equidad y la justicia parecen
perdidas.
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