sábado, 30 de enero de 2016

EL RENACIDO de Alejandro G. Iñarritu


RADIOGRAFÍA DE LA NATURALEZA HUMANA

"El concepto de Utopía se refiere a la representación de un mundo idealizado que se presenta  como alternativo al mundo realmente existente, mediante una crítica de éste". Cabria preguntarnos, entonces,  porqué el hombre no alcanza las utopías, y una respuesta posible seria porque no están en su naturaleza.

Cuando acabé de ver las dos horas y media de "El Renacido" sentí que había presenciado una  verdadera obra de arte, pero sobre todo porque González Iñarritu y su co guionista Mark L. Smith habían logrado sintetizar en su pelicula una radiografía de la naturaleza de la condición humana, un discurso en forma de película sobre la fragilidad del individuo, sobre su ambición desmedida, sobre sus deseos incontenibles, sobre su codicia, y su capacidad de matar a sus semejantes.  Un mundo material, concreto, real, fuera de toda espiritualidad. Un mundo sin protección divina. Un mundo  sin Dios aunque curiosamente al final Glass exprese: "La venganza esta en las manos de Dios, no en las mías". A qué Dios se refiere?

Nos encontramos a principios del siglo XIX en Montana, USA. Hugh Glass (Leonardo Di Caprio) es un cazador al servicio de una compañía de pieles que es atacado por un oso. Herido gravemente, queda al cuidado de su hijo, de otro joven aprendiz de y de John Fitzgerald (Tom Hardy), otro cazador experimentado, que tiene en claro que sólo está allí para conseguir un puñado de dólares. Dada las lesiones que presenta Glass, Fitzgerald mata a su hijo y entierra vivo a Glass que milagrosamente no muere. Glass perseguirá a Fitzgerald convirtiendo la pelicula en una verdadera cacería humana.

González Iñarritu se toma dos horas y media para narrar minuciosamente esta cacería. Cuida cada detalle y va describiendo  en forma íntima cada personaje.  La primera relación de estos personaje es con su entorno. Son personajes primitivos, lejos de toda civilización encerrados paradójicamente en un espacio abierto pero boscoso, permanentemente nublado y nevado. El frio describe a la perfección las relaciones humanas que retrata la pelicula. La segunda relación es entre los personajes mismos. En esa situación de encierro, los cazadores son hostigados permanentemente por las tribus indígenas que pueblan originariamente la región, las cuales, a su vez, pelean entre ellos. La situación de violencia es constante, y esa constante no es otra que el deseo insatisfecho de la apropiación. Las tribus pelean por una tierra. Los cazadores, por las pieles. No hay diferencia entre los aborígenes y los hombres aparentemente mas civilizados. Primero se pelea por la supervivencia, después por la ambición. Finalmente, por sed de venganza. La propiedad será siempre un objetivo que asegure la supervivencia.

Hay escasos momentos de solaz para estos hombres rudos. La amenaza de la naturaleza, y de los hombres que la pueblan esta siempre presente.  Glass encuentra a Powanga, un indio tan perdido como él que cura sus heridas, pero más tarde lo abandona. Powanga sabe que quedarse será la muerte. Abandona a Glass. Más tarde, Glass es encontrado por otros indios que lo persiguen. El precipicio de una ladera es su fin. Salta con su caballo. El caballo muere y Glass vuelve a salvarse milagrosamente. El cuerpo inerte de su caballo será su refugio mientras pasa la tormenta. El calvario humano no tiene fin. Y el hombre llegará al fondo de si mismo buscando una salvación que no es la eterna.

Hay momentos notables en este film de González Iñarritu. El ataque del oso a Glass está muy bien filmado con cámara en mano. La persecución de los indios a Glass hacia el barranco contiene la épica de los viejos westerns. El fundido en negro de la imagen final de Di Caprio es absolutamente antológico. Su respiración  como único sonido vital nos deja perplejos frente a una obra que retrata la inmensa lucha del hombre por la supervivencia, aquella que definitivamente vence cualquier intento civilatorio, para dejar al ser humano solo frente a la necesidad. Al fin y al cabo, por eso la Economia es la ciencia humana que trata como distribuir recursos escasos ante necesidades múltiples, enfrentando siempre al hombre a un dilema.

Decir a esta altura que Di Caprio es el mejor actor de su generación es una verdad de perogrullo. Tom Hardy, la otra estrella de la pelicula, está de moda pero aquí tiene mucho más papel que en la nueva versión de "Mad Max" y no lo desaprovecha. Es, seguramente, su mejor actuación en el cine. La maldad de su Fitzgerald es antológica. Decir que Emanuel Lubezki, ganador de los últimos 2 oscares por las fotografías de "Gravedad" y de "Birdman", es el mejor fotógrafo del momento es otra verdad de perogrullo. Su trabajo con cámara en mano es sencillamente genial. Y se convierte en un socio indispensable para el éxito de González Iñarritu. Decir que Ryuchi Sakamoto, autor de bandas famosas como "El Último emperador" de Bertolucci o "Babel" del propio director,  es otro gran músico que subraya la acción y crea climas adecuados, es otra verdad de perogrullo. Es decir, los rubros técnicos acompañan la excelencia de todo el elenco y hacen a la calidad de la película.


Hecha desde un principio con la ambición de ganar un Oscar de punta a punta puede ser una especulación de  mi parte. Pero la seriedad del proyecto y la calidad de la realización, la colocan como una fuerte candidata a llevarse los premio de Hollywood de este año,  más allá de los valores mostradas por algunas muy buenas películas ya comentadas en este blog.

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