EL GRAN
DILEMA: LEGALIDAD VS. SEGURIDAD
El cine
danés es como si siempre hubiera estado entre las sombras del cine alemán y del
cine sueco. En mucho años no habíamos conocido otras películas que "La
Fiesta de Babette" y "Pelle, El Conquistador", hasta que los jóvenes
directores daneses de la mano de Thomas Vinterberg y Lars Von Trier firman el nuevo Dogma Danés donde afirman que
es imposible competir contra el cine americano, su capacidad financiera y tecnológica
si no era haciendo hincapié en 3 aspectos fundamentales de la producción: 1) la
elección de un buen tema, 2) redactar un buen guión que lo desarrolle, y 3)
aprovechar todas las capacidades creativas de los grandes actores daneses. Ha sido
un camino largo y sinuoso. Pero en lo últimos años, cada vez más películas
danesas han llegado a nuestras pantallas. Von Trier ha ganado la Palma de Oro
en Cannes 2000 con "Bailarina en la Oscuridad" y la televisión danesa ha generado joyas como Borgen (2010), sobre la carrera politica de una Primer
Ministro, y la miniserie policial "Forbrydelser", cuya estupenda
remake (The Killing) ha realizado la televisión americana.
Tal vez el
cine danés ya ha abandonado el dogma. Pero no hay dudas que los tres principios
fundamentales del mismo han calado hondo en los nuevos directores. Ahora nos
llega "La Otra Guerra", un film de Tobiás Lindholm, un joven escritor
y director, cuyos primeros trabajos fueron realizados para la televisión de su
país, la que le abrió la posibilidad de llegar al cine. Conocido en
Argentina como autor del guión de Submarino (2010) y La Caza (2012),
ambas dirigidas por Thomas Vinterberg, también escribió en 2010 para la
televisión de su país 8 episodios de la famosa serie "Borgen" en la
cual relata el comienzo, el apogeo y la decadencia de la carrera política de una
mujer que aspira ser Primer Ministro de su país. Su carrera cinematográfica cuenta con 3 largos
y un documental, no conocidos en Argentina.
No
obstante, con lo que hemos podido ver de su obra, podemos decir que no solo es
un muy director, sino también que hay formas y temas que lo preocupan. "La
Otra Guerra" es una película de atmosferas opresivas. En una primera
visión, el tema es el desamparo. Estamos en plena guerra de Afganistán. Una
patrulla militar danesa, que forma parte de las fuerzas de paz de la ONU
controla una pequeña aldea que está cercada por el conflicto. No solo están
desamparado los pobres habitantes del lugar
respecto de los ataques talibanes en la región, sino también están desamparadas
las fuerzas de paz, e incluso, hay un tercer desamparo, el de las propias familias
de los militares que prestan servicio, quienes han quedado a su espera en sus
países de origen.
Desamparo
para aquellos civiles que pretenden vivir en paz pero cuyas tierras son tomadas
como campo de batalla por los grupos terroristas y fundamentalistas que los
conducen hacia una irremediable guerra civil. Pero también hay desamparo para
aquellos soldados que cumplen tareas de paz. Ellos no son vistos como neutrales
en el conflicto, sino como parte. Nadie queda ajeno al conflicto en medio del
conflicto. Por otro lado, hay estatutos y códigos de guerra que cumplir. Y
cualquier equivocación, error, puede conducir a la violación de las normas
establecidas. Finalmente, el desamparo de las familias de los militares. Allí
quedan madres que tienen que cumplir con los dos roles, madre y padre al mismo
tiempo, dado que sus pequeños hijos reclaman padres ausentes que no siempre se
tiene la certeza que algún día volverán. La situación que la pelicula plantea
es la de una absurdo inexplicable.
La primera parte
del film transcurre en Afganistán y remite a Vietnam. El propio director
reconoce influencias de "El Francotirador" de Michel Cimino. Pero
también las hay de "Apocalipsis Now" de Francis Ford Coppola, y más cercana
aún, la estupenda última película de Clint Eastwood que vimos el año pasado "American Sniper". En estas
dos prima la atmosfera de extrañeza, el ámbito hostil e inentendible. En la de
Eastwood, además, la de una amenaza permanente,
un enemigo invisible. Pero esa invisibilidad se hace aún más peligrosa porque
existen reglas escritas que demarcan un accionar que está determinado por la
improvisación y la acción sorpresa. Es allí donde la pelicula comienza a deslizarse
en dirección de otros films, a los cuales, rinde tributo: "King and
Country (1964) de Joseph Losey, y
"Path of Glory" (1957) de Stanley Kubrick.
Es muy
interesante el trabajo de Lindholm en el cual recorre caminos que llevan de la impersonalización
de los soldados a la humanización de los mismos, de la anonimidad a la
identificación. El grupo va derivando de lo estrictamente operativo hacia el
conjunto de individuos que tienen un país, una vida, y una familia más allá de la
guerra. Para eso pasa de planos generales a escenas cámara en mano en la mayoría
de las escenas bélicas, y para ello cuenta con actores excepcionales como Pilou Asbaek como El Comandante Claus Pedersen,
Tuva Notny como su esposa y Soren Mailing como el abogado Martin Olsen.
De las películas
candidatas al Oscar al Mejor Film Extranjero del presente año, "La Otra
Guerra" es la que más me gustó. No tiene la perfección de "El Hijo de
Saul", ni la grandiosidad de "El Abrazo de la Serpiente". Y es
muy superior a "Mustang" y a la decepcionante nueva pelicula de
Sorrentino: "Juventud". Pero tiene la capacidad de plantear
conflictos humanos de permanente actualidad: Lo absurdo de la guerra,
preguntarse qué hacen soldados daneses en Afganistán más allá de formar parte
de las fuerzas de paz. Qué hacen "las fuerzas de paz"? De qué paz se habla cuando los unos y los
otros tienen argumentos razonables que lamentablemente intentan imponer por la
fuerza? También cabe preguntarse qué paz puede haber en medio de la guerra? En
el film hay dualidades permanentes: La coexistencia de dos mundos, dos familias
(la propia y la militar), dos responsabilidades limitados por los afectos, la
añoranza, el sentido de grupo, los errores de mando, el marco legal, la debilidad de lo humano respecto
de fuerza de lo legal, la delgada línea separadora de la legalidad en relación
al mayúsculo peso de la moral. Existen posiciones
éticas en una guerra? Corresponde que militares con familia estén siendo
enviados a formar parte de un cuerpo de paz donde lo que menos se respeta es la
paz? Cuál es la decisión correcta? Cómo logramos mantener un equilibrio entre el respeto de la legalidad y el imperio de la seguridad? "La Otra guerra", el notable film
del danés Tobías Lindholm se debate dentro del amplio marco de estos dilemas
eternos, casi sin solución, muchos de ellos, reservados al fuero íntimo de cada
persona.
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