miércoles, 6 de abril de 2016

TRUMBO (REGRESO CON GLORIA) de Jay Roach


IDEALISMO VS PRAGMATISMO

Durante la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos realizan una alianza con la Unión Soviética con el solo propósito de ganar la guerra. Como consecuencia de ello, muchos americanos simpatizaron con la causa socialista y se afiliaron al Partido Comunista Americano. Sin embargo, en 1947, después de terminada la Guerra, vuelve a gestarse un clima belicista  entre ambos países que buscaba un desequilibrio de las fuerzas. Como consecuencia de ello, aparece lo que se denominó "La Guerra Fría". Es entonces, cuando un cambio político se propaga por los Estados Unidos bajo la forma de una ola anti comunista, que llegó a conformar un Comité de Actividades Anti  Norteamericanas. Este Comité se dedicaba, primero,  a investigar a miembros del Partido Comunista de los Estados Unidos, y más tarde, cuando la ola comienza a tener rasgos de fanatismo, se inicia una persecución de ciudadanos a los cuales se les privó de sus libertades mínimas e incluso su propia vida. Esa ola llegó a California, y a Hollywood en particular, de la mano del Senador republicano Joseph Mc Carthy.  Está ola de discriminación se prolongó por más de 10 años. Trumbo fue una de sus víctimas.

Quién era Dalton Trumbo? Ffue un guionista y sindicalista de Hollywood, afiliado al Partido Comunista de los Estados Unidos, que ente 1936 y 1976, fecha de su muerte, firmó más de 60 guiones para el cine americano, entre ellos, "Pacto de Sangre", "Espartaco", "Exodo" y "Papillón" y, además,  filmó una película famosa que se llamó "Johnny Tomó Su Fusil" en 1971. Trumbo tuvo una familia. Vivió toda su vida con la misma mujer, crió 3 hijos (2 mujeres y 1 varón), ganó 2 veces el premio Oscar por "La Princesa que Quería Vivir, 1953" y por "El Bravo, 1956", pero no recibió dichos premios personalmente dado que estaba "prohibido". Había firmado esos guiones con seudónimo. Dalton Trumbo no solo sufrió persecución sino también la cárcel. Estuvo en prisión casi un año.

La pelicula de Jay Roach, un director americano taquillero que tiene en su haber algunas comedias de tipo familiar y la serie de Austin Powers, hace una más que interesante aproximación a la vida de Trumbo sino también, recrea una época y proyecta sus fantasmas sobre la actualidad que estamos viviendo. Hoy, la amenaza, no es el comunismo sino el islamismo.
Gran parte del éxito cinematográfico de Roach con "Trumbo" se debe al trabajo protagónico absorbente del Brian Craston (Breaking Bad) en el papel principal, y al inmenso guión de John McNamara, un hombre proveniente de la televisión que hace con ésta su debut en el cine, demostrando una vez más que, la cantera que durante los últimos años ha formado la televisión americana, además del desafío que ha generado con sus excelentes miniseries, con las que ha competido palo a palo contra el poder de Hollywood, ha logrado un avance sustancial en la calidad de ambos medios, tanto de los filmes americanos como de sus series televisivas. El guión de McNamara es minucioso, sistemático, muy prolijo e interesante, convirtiéndose en un canto a favor de la libertad de expresión y hacia la injusticia de aquellos que justifican la censura.

Hay momentos extraordinarios en los que el guión define la escena en un par de líneas. "- Qué quieres, Rocco? - Lo que queremos todos. No morir joven, ni pobre, ni solo." Todo una autodefinición de Trumbo. Más adelante, el actor comete un error de dicción. El director corta la escena. El actor se acerca a Trumbo, que está presenciando la filmación y le dice: "Es obvio. Tenía que pasar justo cuando el autor está entre nosotros". Y Alguien le contesta: "Estará entre nosotros, pero no es uno de nosotros." El clima maccartista se habia instalado en los sets de filmación.
En esas pocas líneas, el guión, inteligentemente, deja establecido el ambiente nocivo, fuertemente persecutorio, que se había generado en Hollywood. Más adelante, su hija de 8 años le pregunta si es un comunista. La niña ha oído eso acerca de su padre en otro lugar. El maccartismo se ha extendido ahora a toda la comunidad. No obstante, Trumbo  siempre va con la verdad. Es un hombre honesto y frontal. No anda con vueltas. La niña le preguntará si ella es una comunista, como si el serlo fuera una cuestión hereditaria, y en consecuencia, pudiera ella misma ser la perseguida. El padre le responderá con un test, una especie de juego entre padre e hija que distiende la situación y donde más que inculcarle un ideología política la inducirá a un principio de vida: la solidaridad. Ya tendrá tiempo la niña para ser mayor y hacer una elección política. Trumbo también es sabio.

La película, como un buen "biopic" que es, pasará revista a toda su vida. Y ese hombre, sobre todo, dejará la huella del pragmatismo americano. Trumbo no es un idealista. No pretende construir una vida de justicia social ni de igualdades predeterminadas ni un distribucionismo forzado. Su afiliación al partido comunista no es una declaración de principios sino una circunstancia en la que encuentra objetivos comunes. Su lucha es por los derechos entre iguales. Más cerca del sindicalismo que de los derechos civiles, no pretende realizar una revolución sino lograr que la industria cinematográfica pague salarios dignos a todos los gremios participantes del hecho en Hollywood. No le molesta que haya pares que estén mejor pagos que él por su talento. Justamente, defiende la retribución al talento. No obstante, sufrirá la cárcel. La miopía imperante en Hollywood, el arrodillamiento de los Estudios al poder de turno, lo encierran. Sobrevive, pero no como un intelectual sino como un hombre práctico.  Cuando vuelve de la cárcel, queda fuera del sistema. No obstante, rápidamente conseguirá trabajo con los Hermanos King, con quienes había trabajado antes, que se dedicaban a hacer películas de bajo presupuesto. Con la ayuda del uso de seudónimos, a medida que pasa el tiempo, logra trabajos para los 10 grandes escritores perseguidos. Si bien en forma clandestina, Trumbo y sus colegas están otra vez en carrera. Transformará su propia casa en un bunker de escritura donde por primera vez en la pelicula, sus ideas comunistas parecen cobrar vida. En ese ámbito familiar, rodeado por sus amigo escritores, el comunismo, mejor dicho, el interés común, cobra sentido y pertenencia. Todos trabajan para sobrevivir, hasta los hijos. En ese momento aparece el ser celestial que tiene a su lado, Cleo Trumbo (Diane Lane), su esposa. Ella es el cable a tierra, quien dará contención a sus hijos y ayudará a mantener ese precario equilibrio en que vive esa cofradía de escritores. El peor momento ha pasado.

Todo en la vida nace, se desarrolla y muere. Lo mismo pasa con el maccartismo. A fines de los 50 la persecución comienza a disminuir. Kirk Douglas se anima y le pide que revise el guión de Espartaco, que filmará bajo la dirección de un maestro: Stanley Kubrick. Esto no es casual. Douglas se ha convertido en una estrella de Hollywood y al pedirle que trabaje a su servicio es el sistema quien le está pidiendo que vuelva. Mientras revisa el guión, aparece con necesidad de urgencia Otto Preminger, otro gran productor y director de Hollywood, con la novela "Éxodo" bajo el brazo, pidiéndole su inmediata adaptación para el cine y prometiéndole que respetará su nombre en los títulos. El deshielo ha comenzado. Ni lento ni perezoso, le pide a Douglas lo mismo. "Espartaco" y "Éxodo" se estrenan con su firma de guionista. El presidente Kennedy ha llegado al poder en los Estados unidos. El maccartismo ha terminado.

Trumbo es el relato de unos de los más penosos momentos de la historia americana, pero es también la vida de un gran luchador y  de un gran pacifista. En el fondo, como en toda película americana, es la historia de un gran héroe solitario. Lejos de la esclavitud política y el puro idealismo. Extremadamente cerca de la verdadera resistencia a los abusos del poder. Un hombre pragmático que amaba escribir guiones para el cine y que con ello se proponía tener un nivel de vida que le permitiera acceder al famoso "American Way of Life": dar de comer a su familia,  tener su casa y su auto. Sueños de clase media. Y una objetivo final como el de su personaje; "no morir joven, ni pobre ni solo".

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