viernes, 13 de mayo de 2016

"45 AÑOS" de Andrew Haigh


"WHEN A LOVELY FLAME DIES, SMOKE GETS IN YOUR EYES" Jerome Kerr.

George y Kate están a punto de cumplir 45 años de casados. Viven jubilados en Inglaterra en una hermosa casa de campo. No han tenido hijos. Su deseo es festejar el acontecimiento haciendo una fiesta para sus amigos el sábado siguiente. El film comienza el lunes anterior a dicho día, y relata cada unos de esos días en la vida de esa pareja.
Pero el film va más allá de esa vida casi bucólica que llevan en las afueras de una pequeña ciudad. Ese mismo lunes en el que comienza la historia,  George se entera de una noticia que lo conmueve, y se la cuenta a Kate. Pero esa noticia los trasciende, los transporta y los envuelve en el pasado. El pasado es el extranjero, lo extraño, lo desconocido, lo perturbador. El pasado se vuelve humo, el humo nubla la vista. La razón enceguece.

Es allí donde los versos de la vieja canción de Jerome Kerr cantada por Los Plateros, favorita de Kate, comienza a hacernos pensar. Ha muerto el amor de George hacia Kate? Ha sido un amor de verdad? La noticia instala una duda. Y esa duda no deja ver la verdad, el pasado que han vivido juntos que  incluye no solo una total fidelidad del uno con el otro, sino también encierra lo que se han dicho y lo que nunca se han contado. Incluso, secretos del pasado, o el espacio de lo íntimo, algo de aquello de lo cual se es incapaz de compartir.

Como en "La Sospecha" (1941), con Cary Grant, donde el padre de la novia duda de las intenciones del novio,  o en La Sombra de una Duda (1943) con Joseph Cotton, donde la sobrina duda de la honestidad del tío,  ambas del maestro Alfred Hitchcock, la duda se instala en medio de un sentimiento profundo. Son dos verdaderas obras cumbres del Maestro. En "45 Años" es en Kate donde se instala la duda. Acaso el amor que ella ha vivido ha sido real. O ha sido una ciega que no ha querido siquiera mirar?. Es George quien ha amado a otra mujer toda su vida? La tragedia bordea al precipicio.

 Andrew Haigh, había dicho de su film anterior (Weekend, 2011) que sus personajes eran dos desconocidos tratando de averiguar quiénes eran. Es evidente que esa idea de desconocimiento, de extrañeza a pesar de la convivencia, es un tema de preocupación para Haigh. En éste, su nuevo film como guionista y director, basado en la obra de David Constantine "Another Country", George y a Kate hace 45 años que están casados pero repentinamente, aparece un factor de perturbación, una situación de su vida pasada que los vuelve 2 extraños. Es como si hubieran, de pronto, perdido sus identidades. Como si descubrieran algo que no habían compartido en su vida conyugal.  Es una noticia la que les provoca un shock perturbador, acompañado de reacciones diferentes del uno respecto al otro, y los  vuelve, por momentos, desconocidos. George se retrotrae hacia el pasado donde claramente reside una culpa que aún no ha perdonado. Trata de esconderse. Es un ser solitario, introvertido, al que le cuesta expresar sus emociones. Kate descubre un aspecto de su marido que la perturba y la incomoda. Ella es más abierta, más sociable. Quiere saber, pero teme herir y sobre todo, conocer una verdad que sabe no tiene que ver con ella pero la angustia.

Haigh maneja el material como si fuera una obra teatral. Sus personajes sufren una situación de encierro que se materializa en conflictos, en discusiones que siempre tienen lugar en la casa. Para ello utiliza tomas largas que airea adecuadamente para que el teatro no se imponga sobre el cine, y para que las pausas den lugar a la reflexión del espectador. En consecuencia logra un perfecto equilibrio entre texto e imagen, y sobre todo, mucha sinceridad. La actuación y la total entrega de los fabulosos interpretes que tiene a disposición hace el resto. La trayectoria de ambos da garantía a la empresa. No hace falta hablar de estos dos íconos consagrados del cine y del teatro inglés. Charlotte Rampling es Kate, tan brillante como lo había sido en su Annabella de "Adios, Hermano Cruel" de Giuseppe Patroni Griffi en 1971, su Lucía de "Portero de Noche", de Liliana Cavani en 1974, o su estupenda Marie Drillon de "Bajo la Arena" en el 2000. Sir Tom Courtenay es George, tan excelente en su papel como lo había sido su Colin Smith en "La Soledad del Corredor de Fondo" de Tony Richardson en 1962, su Billy Fisher en "Billy Lear" de John Schlesinger en 1963, y su Pasha de Dr. Zhivago de David Lean en 1965. Los años han pasado pero el talento se mantiene vigente.

Mención aparte para la estupenda fotografía de Lol Crawley, un fotógrafo inglés, todavía no muy conocido, de un talento descomunal, con sus grises y sus claroscuros da el tono justo de que necesita la imagen. La banda de sonido del film, con melodías mayoritariamente compuestas en la décadas del ´50 y del ´60, contribuyen con el resto de la ambientación de este notable film inglés.

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