"WHEN A LOVELY FLAME DIES, SMOKE GETS IN YOUR EYES" Jerome
Kerr.
George y Kate están a punto
de cumplir 45 años de casados. Viven jubilados en Inglaterra en una hermosa
casa de campo. No han tenido hijos. Su deseo es festejar el acontecimiento haciendo
una fiesta para sus amigos el sábado siguiente. El film comienza el lunes
anterior a dicho día, y relata cada unos de esos días en la vida de esa pareja.
Pero el film va más allá de
esa vida casi bucólica que llevan en las afueras de una pequeña ciudad. Ese
mismo lunes en el que comienza la historia,
George se entera de una noticia que lo conmueve, y se la cuenta a Kate.
Pero esa noticia los trasciende, los transporta y los envuelve en el pasado. El
pasado es el extranjero, lo extraño, lo desconocido, lo perturbador. El pasado
se vuelve humo, el humo nubla la vista. La razón enceguece.
Es allí donde los versos de la
vieja canción de Jerome Kerr cantada por Los Plateros, favorita de Kate,
comienza a hacernos pensar. Ha muerto el amor de George hacia Kate? Ha sido un
amor de verdad? La noticia instala una duda. Y esa duda no deja ver la verdad,
el pasado que han vivido juntos que incluye no solo una total fidelidad del uno
con el otro, sino también encierra lo que se han dicho y lo que nunca se han
contado. Incluso, secretos del pasado, o el espacio de lo íntimo, algo de
aquello de lo cual se es incapaz de compartir.
Como en "La Sospecha"
(1941), con Cary Grant, donde el padre de la novia duda de las intenciones del
novio, o en La Sombra de una Duda (1943)
con Joseph Cotton, donde la sobrina duda de la honestidad del tío, ambas del maestro Alfred Hitchcock, la duda se
instala en medio de un sentimiento profundo. Son
dos verdaderas obras cumbres del Maestro. En "45 Años" es en Kate donde
se instala la duda. Acaso el amor que ella ha vivido ha sido real. O ha sido
una ciega que no ha querido siquiera mirar?. Es George quien ha amado a otra
mujer toda su vida? La tragedia bordea al precipicio.
Andrew Haigh, había dicho de su film anterior
(Weekend, 2011) que sus personajes eran dos desconocidos tratando de averiguar quiénes
eran. Es evidente que esa idea de desconocimiento, de extrañeza a pesar de la
convivencia, es un tema de preocupación para Haigh. En éste, su nuevo film como
guionista y director, basado en la obra de David Constantine "Another
Country", George y a Kate hace 45 años que están casados pero
repentinamente, aparece un factor de perturbación, una situación de su vida pasada
que los vuelve 2 extraños. Es como si hubieran, de pronto, perdido sus
identidades. Como si descubrieran algo que no habían compartido en su vida
conyugal. Es una noticia la que les provoca
un shock perturbador, acompañado de reacciones diferentes del uno respecto al otro,
y los vuelve, por momentos, desconocidos.
George se retrotrae hacia el pasado donde claramente reside una culpa que aún
no ha perdonado. Trata de esconderse. Es un ser solitario, introvertido, al que
le cuesta expresar sus emociones. Kate descubre un aspecto de su marido que la
perturba y la incomoda. Ella es más abierta, más sociable. Quiere saber, pero
teme herir y sobre todo, conocer una verdad que sabe no tiene que ver con ella
pero la angustia.
Haigh maneja el material
como si fuera una obra teatral. Sus personajes sufren una situación de encierro
que se materializa en conflictos, en discusiones que siempre tienen lugar en la
casa. Para ello utiliza tomas largas que airea adecuadamente para que el teatro
no se imponga sobre el cine, y para que las pausas den lugar a la reflexión del
espectador. En consecuencia logra un perfecto equilibrio entre texto e imagen,
y sobre todo, mucha sinceridad. La actuación y la total entrega de los
fabulosos interpretes que tiene a disposición hace el resto. La trayectoria de
ambos da garantía a la empresa. No hace falta hablar de estos dos íconos consagrados
del cine y del teatro inglés. Charlotte Rampling es Kate, tan brillante como lo
había sido en su Annabella de "Adios, Hermano Cruel" de Giuseppe
Patroni Griffi en 1971, su Lucía de "Portero de Noche", de Liliana
Cavani en 1974, o su estupenda Marie Drillon de "Bajo la Arena" en el
2000. Sir Tom Courtenay es George, tan excelente en su papel como lo había sido
su Colin Smith en "La Soledad del Corredor de Fondo" de Tony Richardson
en 1962, su Billy Fisher en "Billy Lear" de John Schlesinger en 1963,
y su Pasha de Dr. Zhivago de David Lean en 1965. Los años han pasado pero el
talento se mantiene vigente.
Mención aparte para la
estupenda fotografía de Lol Crawley, un fotógrafo inglés, todavía no muy
conocido, de un talento descomunal, con sus grises y sus claroscuros da el tono
justo de que necesita la imagen. La banda de sonido del film, con melodías
mayoritariamente compuestas en la décadas del ´50 y del ´60, contribuyen con el
resto de la ambientación de este notable film inglés.
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