sábado, 13 de agosto de 2016

FUOCOAMMARE de Gianfranco Rosi

UNA LUZ EN MEDIO DEL MAR?


Gianfranco Rosi es un director italiano nacido en 1964 en Eritrea, ex Etiopía, colonia italiana. Rosi no es un director común. Sus filmes abrevan en el cine documental, pero Rosi no responde al modelo tradicional de imágenes acompañadas de un discurso de tipo social sino que sus películas son narradas a traves de personas de la vida real a los cuales la cámara sigue y relata sus peripecias. Como consecuencia de ello, sus filmes tratan de historias verídicas. El cine de Rosi es abierto. Su mirada es objetiva aunque siempre pase por la visión de alguno de sus personajes reales.

En 2013 Rosi se alzó con el premio mayor en Venecia con "SACRO GRA", una serie de historias entrelazadas que ocurrían en torno al tránsito por el anillo circular de Roma, o una avenida de 68 km de largo que circunvala la capital italiana. La visión del filme era lo más alejada posible de la Roma histórica, o la de las tarjetas postales, transformándose en un gran testimonio sobre la marginalidad y la soledad de las modernas urbes de la sociedad de consumo.

Ahora nos llega "Fuocommare", o "Fuego en el Mar", que toma el título de una canción de Giuseppe Fragapane que una oyente pide a la radio para que la escuche un marino en medio del mar. Es que el cine de Rosi, si bien despojado, es un cine profundamente humanista. En esta, su última obra, también ganadora del Oso de Oro en Berlín 2016, se focaliza en dos historias. Una individual y otra colectiva. Ambas transcurren en el mismo lugar: Lampedusa, el punto más meridional de la Italia continental, punto que concentra la mayor cantidad de entrada de emigrantes africanos que escapan de las continuas guerras tribales que afectan al norte de dicho continente.

Por un lado, narra la historia de Sammuele, un niño de Lampedusa que vive una bucólica vida campesina rodeada del afecto de su abuela y su tío pescador. Nada se sabe de sus padres, pero Sammuele es una especie de hombre niño que alejado del mundanal ruido de la ciudad crece en perfecto contacto con la naturaleza, concentra su vida en sus estudios escolares (una escena de la pelicula es una antológica clase de inglés), y tiene una estrecha relación con sus médicos, quienes lo cuidan tanto como su abuela. Pero todo ello no es más que la falsa máscara de un pueblo muerto en vida, donde claramente escasea el trabajo más allá de la pesca dado que los campos yermos rodeados de colinas siquiera dan lugar a la explotación minera o agropecuaria.

Como contrapunto de ello, las imágenes marítimas muestran las barcazas repletas de emigrantes que pagan fortunas por un viaje indeseable y que al llegar a Italia, si bien se les da amparo, reciben una fría bienvenida de carácter burocrático por parte de las autoridades aduaneras que no es otra cosa que la contraparte de la dura vida que les espera.

El cine de Rosi muestra una realidad. No da soluciones sino que plantea problemas sociales. La dura vida de los pescadores de Lampedusa, vis vis, la posibilidad del agrandamiento del problema originado por la entrada de los emigrantes, muchos de los cuales son portadores de enfermedades, incluso incurables. En medio de esa difícil situación socio economica, aparecen pequeñas luces de humanidad que generalmente están dadas por el amor al prójimo. Situaciones individuales emergentes del cariño familiar, el altruismo de médicos y enfermeras, el respeto de funcionarios aduaneros y poco más. La visión general no deja de ser la de una desesperada evasión hacia un páramo desolado, donde no solo no existe trabajo sino que apenas subsisten los que lo habitan y apenas mantienen una esperanza aquellos soñadores que divisan un fuego muy lejano en medio del mar. Tan solo una ilusión, un sueño.

Contada con cierto humor que tiende a la negrura, tal vez para negar tanta soledad y tanta miseria, tal vez para dejar abierta una luz de esperanza, se impone con influencias de tragicomedia a la italiana, donde el humor y la inocencia de sus personajes aparece solo en su superficie. Más allá de eso, es atravesada por la preocupación que genera un futuro que parece tan yermo como pequeñas las posibilidades de esos pobres barqueros que se han hecho a la mar en busca de un destino alentador para sus pobres y miserables vidas. "Fuego en el Mar" es, sobre todo, una pelicula para pensar y reflexionar.

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