jueves, 22 de septiembre de 2016

EL INFILTRADO de Brad Furman


AL FILO DE LA LEY

El infiltrado trata un tema de narcotráfico, más específicamente, de lavado de dinero proveniente  del narcotráfico. Es un caso real y ocurrió en 1988, cuando Ronald Reagan era aun presidente de los Estados Unidos de América, y constituye el primer gran golpe contra la introducción de los carteles de droga colombianos en los Estados Unidos .  El tema es muy interesante, sobre todo porque en todo momento se cuestiona una de las bases filosófica que está detrás de puritanismo americano, aquella que sostiene que el fin justifica los medios.

En este caso, la Aduana Americana descubre que está entrando ilegalmente una enorme cantidad de droga (cocaína)por los muelles del puerto de Miami. Obviamente, si algo entra, algo debe salir. Eso que sale no es ni más ni menos que dinero, es decir, dólares americanos. Un volumen de dinero, obviamente  negro cuya dimensión es tal que los carteles colombianos podrían llegar a hacer desequilibrar el propio valor del dólar de los Estados Unidos. En consecuencia, un problema que imperiosamente debe ser frenado.

El film, estructurado como un perfecto policial negro, se desarrolla íntegramente en terreno americano. Sus personajes son hombres de la DEA y de la Aduna de USA que se manejan en forma encubierta. Ese proceder los conducirá a una red de dealers y de bancos encabezados por el Chase , que pasará por los paraísos fiscales de Panamá y Bahamas, y terminará en Colombia, en la propias fuentes del Cartel de Medellín, es decir, Pablo Escobar.

El armado de la operación obliga a infiltrarse en las bases delictivas. Eso implica llevar vidas paralelas. Nuestro héroe, Robert "Bob" Mazur (otra actuación extraordinaria de Brian Cranston, el mismo de "Breaking Bad" y "Trumbo") está casado, tiene 2 hijos y vive una vida normal de clase media americana.  A los efectos de liderar la operación anti lavado, se transformará en Bob Musella, un financista de Nueva York, divorciado, con un noviazgo a punto de casamiento con Kathy Ertz, la bella y buena actriz Dianne Kruger , con el cual espera redimirse en su vida matrimonial.
Vidas paralelas. La del infiltrado, por un lado,  y la de su propia vida, la propia familia, por otro. Cómo hacer para mantener el equilibrio?. Vivir con el riesgo de asumir la vida de otro que a su vez  se fagocita tu propia vida. Por momentos se pierde la brújula. La vida privada deja de serlo. Como en todo policial negro, en este caso "muy negro", es difícil establecer la diferencia entre buenos y malos. Lo peor sería ser descubierto. Pero mucho más que eso, sería que la familia fuera descubierta. Todo entra en un terreno de arenas movedizas.  Eso vuelve apasionante al film, dado que la metamorfosis que realizan los personajes principales es tal que poco a poco van descuidando todos sus aspectos personales y se van transformando en personas parecidas a los delincuentes que persiguen.

En estos casos, la constitución del equipo se vuelve fundamental. La confianza mutua entre sus miembros no puede fallar. Esto se constituye en base de una cadena de lealtades que debe ser inalterable. Es como tener otra familia en paralelo.  En este equipo,  las lealtades están sobre la relaciones jerárquicas.  No obstante, estas relaciones se mantienen a nivel oficial, y son dichos jefes los que tienen la decisión final de seguir o abortar una operación cuando la misma se torna problemática. Esto está basado en un entramado de disposiciones y las mencionadas lealtades que en todo momento deben ser respetadas,  y  están determinando conductas que la mayoría de la veces colocan frente al abismo a los personajes principales, dotando al film de una gran tensión y una buena dosis de suspenso.


Brad Furman debuta con este film en el cine de gran presupuesto. Anteriormente, había realizado "The Take (2007)",  "El Inocente (2011)", y "Runner, Runner (2013), que no fueron estrenadas en Argentina.  Basado en un excelente guión de Ellen Brown Furman y Robert Mazur, escrito sobre el propio libro de éste último, y con las notables actuaciones de Brian Cranston (Robert Mazur, alias Bob Musella), Dianne Kuger (Kathy Ertz), Amy Ryan (Bonnie Tischler), John Leguizamo (Emir Abreu), Juliet Aubrey  (Evelyn Mazur), y Olympia Dukakis (Tía Vicky), logra un film interesante, actual, recordable y con ribetes del gran "cine negro americano" que hacía tiempo no se veía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario