jueves, 2 de febrero de 2017

VIVIR DE NOCHE de Ben Affleck





BOSTON BAJO LA LEY SECA

Boston, 1926. Pleno imperio de la ley seca. La prohibición ha dado lugar a una vasta red de destilerías subterráneas, gánsteres y policías corruptos. Desde que volvió de la guerra, Joe Coughlin, el hijo menor de un importante capitán de la policía de Boston, ha dejado de lado la buena educación que le ha dado su padre, y se ha transformado en el guardaespalda  de Maso Pescatore, uno de los principales mafiosos de la ciudad. Para colmo de males, Joe se ha enamorado de Emma Gold (Sienna Miller), la amante de su patrón. En una época de ambiciones y excesos donde el dinero proviene de negocios sucios: venta ilegal de licores y armas, la lucha por el control del negocio es despiadada y nadie confía en nadie. Joe ha decidido vivir su vida y también lo quiere todo para él.

“Vivir de Noche", la película de Ben Afleck basada en el libro de “Live by Night” de Dennis Lehanne (“Gone, Baby, Gone”, “Mistic River”, “Shutter Island”), sigue los lineamientos de la novela. El resultado es una película entretenida y un pasatiempo agradable, aunque parece quedarse a mitad de camino del libro de Lehanne. Es que el mundo de Lehanne está poblado de personajes comunes, gente de pueblo, la mayoría de ellos pertenecientes a la comunidad irlandesa de Boston, una comunidad que es fuertemente devota de la religión católica. En Lehanne, el peso de ese catolicismo es determinante de la mayoría de las conductas de sus personajes. Este no ocurre en los personajes de la película de Affleck.

No es la primera vez que Ben Affleck adapta un libro de Dennis Lehanne. Antes, en 2007, había guionado y dirigido “Gone, Baby, Gone” con gran fortuna. El éxito del film lo puso en la consideración de una generación talentosa de nuevos directores. En esta nueva incursión en el mundo de Lehanne, sigue a la perfección lo anecdótico de sus personajes, pero se queda corto en la descripción de lo espiritual. Ya sea porque describe un mundo fuera de  la ley, direccionado hacia la perdición o el pecado, los personajes de Affleck pierden el sentido de la espiritualidad, esa virtud que no pierden y les genera sufrimiento a los personajes de Lehanne.

Lamentablemente, si bien esta visión de Affleck genera entretenimiento (la línea argumental del film lo amerita), vuelve al film carente de interés por la unilateralidad de los personajes que describe. Es decir, los transforma en personajes bipolares. El  único  personaje que  se salva  es Loretta Figgis (Elle Fanning), la hija del Jefe de la policía de Boston. Ella se recupera de sus vicios y perversiones a través del misticismo religioso, y su personaje encuentra la salvación, la salida, a través de la creencia y la práctica de la evangelización. Los demás personajes, solo encontraran justicia terrenal  mediante el uso de las armas y la violencia.

Esto transforma al film en un juego entre buenos y malos, o sea, un film estereotipado que está por debajo de las expectativas que habían generado los anteriores films dirigidos o guionados por el propio Affleck. En consecuencia, si bien estamos ante un buen entretenimiento, también estamos ante un film vacío que no deja de ser una película bien filmada, con una buena actuación, y una muy buena fotografía, y una buena música aunque carente de profundidad dramática.

No hay comentarios:

Publicar un comentario