viernes, 15 de septiembre de 2017

3 X 1: CINE ARGENTINO

LOS QUE AMAN, ODIAN de Alejandro Maci
UN TORBELLINO DE PASIONES FRENTE AL MAR

Los Que Aman, Odian es la adaptación cinematográfica de una novela de Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo que transcurre en los años 30 en Ostende, una playa de la costa bonaerense, y es la segunda película (antes hizo El Impostor con Antinio Virabent) de Alejandro Maci, un exitoso director de televisión que realizó la adaptación argentina de En Terarapia.

Los resultados obtenidos son desparejos y tal vez la prolijidad con que se desarrolla el relato sea la causante de estos resultados. La primera parte, en la cual se presenta los personajes, entusiasma dado que los personajes parecen interesantes, están bien descritos y actuados, y se establece un clima enrarecido por la situación de encierro que viven quienes comparten la soledad un hotel en la playa con la amenaza permanente del sol, la lluvia, y sobre todo el viento atlántico que sopla fuerte y llenando todo de arena.

Pero después, ocurren los hechos que desencadenan el drama, la película se vuelve previsible y rutinaria cayendo en la mera ilustración de los hechos dejando de lado lo que tal vez en la novela está implícito y que es el incipiente comienzo de una ruptura social. Maci solo se concentra en mantener el suspenso y descuida la trama de una obra de encierro donde una serie de venganzas y amores no correspondidos dan lugar a pasiones desatadas que terminan en el crimen.

NO TE OLVIDES DE MI de Fernanda Ramondo
LA SOLEDAD DE LA PAMPA

Muy interesante esta road movie de Fernanda Ramondo, en su doble papel de escritora y directora del film. Un retrato de soledades varias en medio de la inmensidad de nuestra pampa a principios de siglo. Con un camión desvencijado como casa rodante, los protagonistas cruzan la Provincia de Buenos Aires, uno en busca, uno de un gallo y los otros, de un padre. El film termina siendo un muestrario de soledades y a la vez la historia de un encuentro. El valor del film está en la paciencia y en la rigurosidad con que la directora arma su relato, sin caer nunca en el efectismo ni el discurso político ni los golpes bajos. De esa manera, el relato se eleva y se convierte en una aguda reflexión sobre la soledad, el destino y la necesidad de encuentro. Un film muy digno de un sello esencialmente humanista.

HERMIA Y HELENA de Matías Piñeiro
ABREBANDO EN EL GRAN BARDO


Matías Piñeiro ha desarrollado una filmografía que ya tiene 6 títulos. Yo no había tomado contacto con ninguno hasta ayer que me encontré viendo Hermía y Elena. El film me desconcertó. No obstante, quedé encantado con algunas escenas, especialmente la del encuentro con el padre y sobre todo por aquellas que registran varios cruces a través del Columbus Park, un lugar que me remite recuerdos personales y que posee un encanto muy particular, un lugar que atrae a la bohemia a muy poca distancia de las cortes de Nueva York y Wall Street. Me gustó ese ir y venir, ese tránsito permanente entre Buenos Aires New York como si los personajes estuvieran sumergidos en una búsqueda que podrá tanto dar respuestas como no darlas jamás. Una mezcla de intelectuales en busca de sí mismos y de alguna verdad, o de tan solo, llegar al entendimiento de una obra teatral a través de su traducción en una ciudad de habla inglesa. Pero a su vez, me desconcierta que el hecho movilizador de la película sea la traducción de Sueño de Una Noche de Verano de William Shakespeare nada más ni nada menos que en plena ciudad de Nueva York, como si los fantasmas del gran bardo estuvieran más cerca del Central Park que de Hyde Park. Es conocido  que el director suele inspirarse en personajes shakespearianos para desarrollar los personajes de sus propias películas. Lo había hecho en Rosalinda basándose en Como les guste, en Viola con Noche de Reyes y en La Princesa de Francia con Trabajos de Amor en Vano. Tal vez valdría la pena verla otra vez y ser un poco más objetivo.

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