UN MUNDO INFELIZ
No obstante su corta trayectoria, Taylor Sheridan parece
tener un futuro muy promisorio. Formado como actor de televisión, ha
participado en diversas e importantes series durante los últimos 20 años. En
2015 inicia su etapa como guionista y escribe dos importantes obras como fueron
Sicario y Hell or High Water, ambas nominada para el Oscar. Ahora aparece con
otro trabajo muy importante con la doble responsabilidad de guionista y
director: Viento Salvaje.
Se trata de un policial habitado por policías no
convencionales. Ha ocurrido un crimen en las altas cumbres de Nevada. Ha muerto
una joven adolescente que es encontrada en un lugar del bosque. El caso se
desarrolla en territorio indio, a cuyo cargo está un viejo policía
perteneciente a la comunidad indígena porque es un territorio santo. No es la
primera vez que ocurre. Es la segunda. Y se sospecha que la falta de trabajo,
la segregación indígena, el alcohol y la droga han llegado a la pequeña
reserva.
La mirada de Sheridan, como en sus film anteriores, vuelve
a observar la situación social derivada
de la mezcla de marginalidad y violencia. Lo interesante del caso es que sus
guiones nunca ocurren en las grandes ciudades sino en pequeñas comunidades, prácticamente
aisladas de los grandes centros urbanos. Incluso podríamos decir que la suya es
una nueva mirada sobre la América más profunda y distante. El Sur de Nuevo México
en Sicario, la Texas rural del Hell or High Water, las montañas de Nevada en
Viento Salvaje. No se trata de un cine urbano sino de un cine que se desarrolla
en los grandes paisajes, en la desolación del desierto o en las altas cumbres
de las montañas, universalizando las situaciones que describe a partir de un
notable planteamiento dominado por las tensiones que sabemos derivará en una situación
límite.
Su obra pareciera estar dando una situación de alerta. Bajo
la careta de un cine violento esconde una aguda crítica social en las que sus
personajes dan un grito de alerta sobre una situación que parece desbordada
afectando no solo las grandes ciudades sino las pequeñas pueblos y comunidades
del interior del país.
Los personajes de Sheridan son extremos. Lo eran los
policías de Sicario como también lo eran los hermanos Howard de Hell or High
Water. Lo serán también los de Viento Salvaje. Jeremy Renner interpreta a un
guardabosque que encuentra el cadáver de la hija adolescente de un Jefe de la
Reserva India de Nevada. Debido a que el delito ha ocurrido en tierras
federales, el FBI envía a una joven casi inexperta agente a tomar conocimiento
de la situación. El caso no tardará en resolverse dejando un tendal de muertes
en el camino sin dejar de denunciar la corrupción manifiesta en tierras
indígenas cuando el hombre blanco irrumpe en busca de trabajo y lo corrompe
todo contaminando la pequeña comunidad en busca de sexo, alcohol y drogas.
El cine de Sheridan además de estar muy bien escrito
desarrolla un muy buen estilo cinematográfico. Su narración es concisa,
sugerente, poblada de silencios significativos, y profundas tensiones donde el
contraste del mundo íntimo de los personajes, sus casas, sus trabajos, se vuelven insignificantes frente al paisaje
donde se desarrollan sus acciones. Estos personajes, encerrados en sus casas, se
comportan como personas comunes con problemas cotidianos cuya solución parece
estar siempre a su alcance. Cuando salen de su casa y se integran al paisaje, esa
situación de encierro se perpetúa. El paisaje no se abre, se les vuelve una
amenaza, los encierra y hasta los devora. Pareciera ocurrir una metamorfosis
que los transforma y hace aparecer en ellos una violencia que nos dice que la
lucha por la vida y la supervivencia siempre se encuentra al límite. Como si la
ley de los hombres desapareciera y solo existiera la ley de la selva. La
justicia por mano propia. Ello mismo insinuaban Sicario y Hell or High Water.
En Viento Salvaje existe, además, algunas reminiscencias a
El Silencio de los Inocentes (1991) y más lejanamente a Fargo (1996). El personaje de Jane Banner
(Elizabeth Olsen), la joven e inexperta agente del FBI que acude a la Reserva
India para realizar las primeras averiguaciones sobre el crimen cometido en
Nevada remite tanto a Clarice Sterling (JodieFoster) como a Marge Gunderson
(Frances Mc Dormand). Ambas carecen de
experiencia, acaban de salir de la escuela policial del FBI, semejan ser vulnerables
pero en los peores momentos aparecen sus fortalezas, y sobretodo, sus
inteligencias. En el caso de Marge su sentido común. En ellas priva la razón
sobre los sentimientos, el respeto por la ley, y se hacen cargo de las
circunstancias y de las situaciones cuando todo parece salirse del cauce
natural de los acontecimientos.
El film pareciera estar hablándonos de una paradoja. En un
mundo de hombres rudos y violentos como el que plantea, serán finalmente las
mujeres sus grandes protagonistas. Una porque es asesinada y constituye el eje central
del argumento que desarrolla la película. La otra porque no solo es la policía
que envía el gobierno para comenzar a investigar el caso, sino porque es quien
se hace cargo de la situación y lo
esclarece. En una tierra lejana, olvidada, lleno de violencia, corrupción, y al
borde de la extinción, parecería estar en las
mujeres la vía de su salvación.
Feliz debut de Sheridan en la dirección de un guión propio
de un policial no convencional en el que sobresalen la creación de climas
opresivos con fuertes estallidos de violencia descontrolada en medio de
paisajes abiertos en medio de una comunidad indígena alejada y perdida entre
las montañas heladas.
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