jueves, 19 de octubre de 2017

50 PRIMAVERAS de Blandine Lenoir



AURORA

50 Primaveras es el retrato de una mujer de 50 años, separada, con dos hijas, que va a ser abuela, y se encuentra en plena menopausia.

El film, inteligentemente, contrapone estos dos momentos de la vida de una mujer. En un primer plano, a través de la relación que la protagonista mantiene con sus hijas. En un segundo plano, en el encuentro con un amigo que la retrotrae a su propia adolescencia, a sus recuerdos y amores de juventud. La menopausia contrapuesta contra adolescencia quedan así marcadas como dos edades transitorias que conducen inevitablemente a etapas más importantes. En el primer caso, la adultez. En el segundo, la vejez. Es la vida que te alcanza…

Pero la película también propone varios retratos generacionales. En primer lugar, la de su propia generación, la de Aurora. En segundo, la de sus hijas. Esto permite una comparación entre dos momentos diferentes. Lo que en una época era rebeldía pura, en la otra es una libertad casi ilimitada. La dulzura de una surcada por recuerdos de bellas baladas, los primeros amores, las ansias de estudiar y ser alguien en la vida contra las dificultades del presente, los divorcios, la falta de trabajo, la soledad, el anuncio del abuelazgo.

Pero dentro de ese espacio que marca una menopausia que no acaba de irse y esa búsqueda insatisfactoria de un trabajo digno que cuesta conseguir, aparece ese anuncio de abuelazgo, una luz que renueva las ganas de vivir, un signo que nos dice que la vida continúa, que debemos viviría de la mejor manera y que el futuro es posible si somos positivos, dejamos la soledad de lado y apostamos a la compañía del otro.

El film está cruzado por un par de historias de amores no correspondidos, de inseguridades no superadas, de padres ausentes, en fin, de una realidad que no ha sido la soñada. Pero también es un film dulce, positivo, lleno de esperanza que no condena a sus personajes por sus faltas sino que los empuja a seguir sus sentimientos, y mantener la esperanza. Un film cuyos valores están la amistad y el amor por lo hijos.

Agnés Jaoui, actriz, escritora y directora (El Gusto de los Otros, 2000; Como una Imagen, 2004, entre otras), es Aurora Tabor, la protagonista casi absoluta alrededor de la cual gira toda la película. La Jaoui es una gran actriz, especialmente dotada para la comedia. Aquí aprovecha cada instancia del guión y se apodera de la película haciéndola un film digno de ver.

Pero los méritos de Jaoui no alcanzan por si solos. Detrás de ella está Blandine Lenoir, directora (Zouzou, 2014), escritora y también actriz que en esta película no actúa, pero escribe y dirige. Y en la belleza de su guión, en su condición femenina y el entendimiento del personaje, Lenoir transforma el film en un pedacito de vida que late con luz propia.

Notable film francés, espontáneo, muy bien actuado, interesante en su contenido, cinematográficamente bien realizado, que describe el mundo desde una mirada especialmente femenina, pero lo hace con una lucidez que termina yendo mucho más allá del interés de sus personajes para transformarse en una mirada muy dulce sobre la vida moderna y sus problemas. 50 Primaveras es una comedia a la francesa, donde más que puertas que se abren y se cierran, describe un mundo de personajes muy humanos, queribles y creíbles. 

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