sábado, 16 de diciembre de 2017

LOVING VINCENT de Dorota Kobiela y Hugh Welchman


SENTIDO HOMENAJE

Es una película de dibujos animados realizada en Polonia, con la colaboración de más de 100 dibujantes franceses e ingleses, que indaga sobre los motivos de la muerte del pintor Vincent Van Gogh a la vez que presenta un perfil del mismo.

Auténtica obra del cine de arte, su trama desarrolla una investigación de tipo policial, dotando al film de un sostenido interés y suspenso en su tercio final, presentando a Armando Roulin, hijo de su mejor amigo, Joseph Roulin, un archivista de la estación de ferrocarril de Lambesc, Francia, como una especie de investigador privado que no cree en el suicidio del pintor.

De esta manera, el film recrea la pobre vida de Van Gogh, y sobre todo sus últimos meses antes de su muerte, mostrando la indiferencia general ante una obra que más tarde y después de su muerte, se convertiría en un antes y un después en la historia del arte, dando comienzo a lo que ahora llamamos el Arte Moderno.

Los dibujos animados que observamos en Loving Vincent tienen absolutamente el estilo inigualable e inconfundible de Van Gogh. Su obra fue el reflejo de su vida: los lugares que visitó, la gente que conoció, sus amigos, y sobre todo los campos en Auvers-Sur-Oise, al norte de Paris, en Francia. Su pintura se caracterizó por la pincelada de trazo grueso y corto, la utilización de colores claros, y la acentuación de las líneas. Ahora, y para la película, esa misma técnica es recreada a través de miles de fotogramas pintados al óleo, a mano y pasados a una computadora dando la impresión de movimiento para recrear los meses finales de su vida. Es decir, la película luce en cada escena con la misma mirada y estilo que pintaba el propio Van Gogh. Una maravilla técnica cargada de humanismo que constituye un gran homenaje al pintor, cuya visión produce un gran placer estético no exento de una gran emoción.

En relación con la humilde vida del pintor, una existencia llena de sufrimientos espirituales y corporales (sufría una enfermedad mental: depresión para unos, epilepsia para otros), que no le impidió realizar una obra de 1600 dibujos y 900 pinturas de las cuales solo pudo vender una sola sumergiendo su vida en la pobreza y reflejando la misma en la austeridad de sus cuadros.

Su obra solo fue reconocida después de su muerte y marca un antes y un después en la Historia del Arte.

El film, una coproducción polaca-inglesa fue dirigido por Dorota Kobiela y Hugh Welchman. Dorota es una directora polaca especializada en cine de animación proveniente de la Escuela de Cine de Varsovia, habiendo realizado anteriormente 5 cortos siendo Loving Vincent su primer largo. Hugh Welchman tiene una dilatada carrera como productor en cortometrajes de animación.

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