sábado, 14 de abril de 2018

EL ATELIER de Laurent Cantet


LEJOS DE LA TRANQUILIDAD

Laurent Cantet es un escritor y director cinematográfico francés cuyas películas se concentran en los problemas de la sociedad de su país y particularmente, a través de sus personajes, casi siempre hombres jóvenes que se enfrentan por primera vez con el mundo laboral. Ganador de los festivales de Mar del Plata y de Cannes con Recursos Humanos y La Clase, respectivamente, Cantet es un director que hace un cine de características intelectuales donde suele desarrollar películas que transcurren en un ámbito de cambio donde prevalece un misterio que se trasforma en una amenaza solapada para toda la sociedad.

Su cine se enrola en la línea de denuncia social muy parecida a la de los Hermanos Dardenne, que habitualmente se basa en un personaje que concentra la mayor parte de la atención para luego incluirlo dentro de un marco más amplio donde el director encuentra la problemática que afecta a su personaje y a su entorno.

En El Atelier aísla a sus personajes en una villa costera. Allí vive una escritora que se dedica a atender un grupo de escritura donde concurren jóvenes a los cuales les plantea desarrollar una novela en forma colectiva, en la que se decide utilizar una trama policial. Cada uno propone ideas, se las discute, se las aprueba y entre todos empujan el progreso de la obra en común.

Pero en un grupo heterogéneo siempre existe alguien diferente. En este caso es un muchacho, Antonio (Marco Lucci), de una condición muy humilde que vive en el pueblo. Allí, el trabajo se ha concentrado en los astilleros que durante muchos años ha generado trabajo para casi todo el pueblo. Ahora la actividad ha mermado, han comenzado los despidos, el pueblo ha visto mermar sus ingresos, y ya no queda otra actividad que no sea el turismo o la emigración hacia otras ciudades.

En ese estado de insatisfacción que deriva de la falta de trabajo, la idea del progreso mediante el estudio parece ser lo razonable. Por eso, el trabajo colectivo de carácter intelectual en un atelier para escribir una novela con una trama policial resulta atractiva para los alumnos. El resultado es una apasionada confrontación de ideas que deriva en discusiones que Cantet aprovecha para generar un paralelismo entre la presunta violencia que se genera en la novela y el ambiente de trabajo que se tensa como consecuencia de las diversas propuestas.

De esta manera, el Atelier se transforma en un reflejo de una sociedad que, muy prospera en otra época, ahora comienza a tener problemas de desocupación a los que se le agregan los derivados de una sociedad que ha hecho de la libertad uno de los pilares fundamentales de la convivencia, por lo cual ahora, se siente amenazada por la entrada indiscriminada de corrientes inmigratorias que incluso arrastran elementos terroristas que amenazan la preciada paz social que Francia había logrado concretar en la posguerra.

Cantet maneja estos elementos con suma sutileza. Adopta la forma de un film de suspenso que encierra un misterio, pero lo fundamental en la trama es el conjunto de relaciones que establece entre los miembros del grupo de estudio. Dicho grupo replica el orden social imperante. Marina (Olivia Dejazet) es la profesora que dirige el grupo de estudio, la autoridad. Es una escritora de clase media acomodada que vive de la venta de sus libros. Tiene una vida tranquila, aislada y confortable sin necesidades aparentes. Por otro lado, el grupo de estudio (el pueblo). Ellos son los encargados de realizar el trabajo. Viven escribiendo e ignorando los problemas sociales que se están produciendo, pero no reaccionan porque viven concentrados en realizar las consignas diarias. Finalmente aparece Antonio, el joven díscolo, la célula rebelde del cuerpo capaz de ver el problema y rebelarse.

Producto de ello Cantet construye un notable film de suspenso marcado por las relaciones entre los personajes principales que deriva en un análisis de la situación social actual en Francia. Estamos nuevamente ante un trabajo muy inteligente del director francés, espléndidamente desarrollado y actuado en un marco de encierro paradójicamente muy cerca del mar, casi con alguna característica de tipo teatral, que logra interesar por su sutileza narrativa y sobretodo, por la situación que propone analizar. Altamente recomendable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario